Llevar la atención al momento presente, una y otra vez

Dentro de la Educación Consciente, el llevar la atención al momento presente (focalizados en la actividad que estemos desarrollando) es una de las técnicas más utilizadas de Mindfulness  para centrarnos y así vivir en más calma y serenidad .

Numerosas veces la mente emite falsos pensamientos, creando una película irreal. Inventa, manipula, exagera, se anticipa… emite preocupaciones de continuo. En su mayoría, preocupaciones imaginadas.

Podemos darnos cuenta, si paramos a OBSERVARNOS.

La mente rememora situaciones pasadas o se anticipa a un futuro que no existe. Planifica y proyecta, en muchas ocasiones, de forma acelerada, lo que descentra y hace divagar y divagar.

Divagación=falsos pensamientos = falsa realidad = dispersión y ansiedad.

Parar, respirar y observar nos ayuda a darnos cuenta y, desde ahí, desidentificarnos de la mente dispersa. Está programada en piloto automático. Tiene patrones de conducta ya fijados (desde la infancia). Sigue su propia inercia. No se trata de forzar y querer no pensar. Podemos aprender a ver los pensamientos e ideas que nos emite, como si de una película se tratase, con distancia.

Permitimos que los pensamientos sigan su curso… sin entrar en su juego. Poco a poco podemos aprender a ver todo el proceso mental con más y más distancia. Seguimos con nuestra vida, con nuestros quehaceres diarios,  de manera más consciente. Diga lo que diga la mente… la dejamos a un lado, como película ajena a nosotros.

Una y otra vez la mente nos distrae. Una y otra vez paramos y volvemos al momento presente, de continuo… para vivir conscientes, despiertos, atentos.

La mente es una herramienta poderosa si somos nosotr@s quienes la utilizamos cuando nos es necesario, no que sea ella quien nos dirija de manera automática.

Vivir presentes, segundo a segundo, momento a momento hace que vivamos  de manera más plena y en mayor paz.