2.Algunos aspectos de problemática actual y adicciones tecnológicas (pantallas)

Desde niña me ha llamado la atención observar el comportamiento humano. Observaba y observaba mientras descubría modelos de adultos donde predominaba y aún predomina (en muchos casos):

  • La desconexión con uno mismo.
  • Miles de máscaras, “apariencias postizas” creadas para ser queridos y valorados.
  • El exceso de crítica y la envidia son prácticas destacadas. ¿Quién se alegra del bien del otro?
  • La falta de Amor y Humanidad. El egoísmo y la competitividad exagerada imperan por doquier.
  • El acumular, tener, comprar… pareciendo que el consumismo-materialismo es el valor primordial, eje central de la existencia.
  • Estrés, prisas, ruido, caos, confusión… siendo todo esto, en muchos casos, el modelo de vida del adulto a seguir.
  • Además, se une en los últimos años un uso inconsciente e irresponsable de las nuevas tecnologías, móvil, internet, juegos, TV… generando numerosas nuevas adicciones (que se suman a las ya existentes; alcohol, drogas, ninfomanía…).

Así, niños y adolescentes, al no observar (en  parte) modelos de adultos conscientes  viven desconectados de:

  • LA AUTENTICIDAD, en conexión con el SER, el CORAZÓN.
  • EL AMOR, siendo AMOR y compartiendo AMOR.
  • LA BONDAD, LA HONESTIDAD.
  • LA GENEROSIDAD (en la Tierra hay de todo para todos).
  • EL SILENCIO, estado desde el cual nos conocemos y aprendemos a vivir de manera más profunda y plena.

Creo fundamental el impulso de una educación integral y consciente, potenciadora de lo emocional, artístico y esencial, desde donde cada SER puede emerger como SER ÍNTEGRO irradiando las virtudes anteriormente citadas, en conexión con uno mismo y, en consecuencia, con todos, desde EL AMOR Y LA CONSCIENCIA para así Vivir Despiertos, VIVIR CONSCIENTES, en más ATENCIÓN. En definitiva, VIVIR.

LA SOCIEDAD DE LAS PRISAS, DEL ESTRÉS, DEL MÁS Y MÁS, DE LAS NUEVAS ADICCIONES TECNOLÓGICAS…

Se hace imprescindible PARAR, para poder RELAJAR y ESCUCHAR.

Salir del mundo del estrés y las prisas, que hace vivir de forma acelerada y en ansiedad constante a gran parte de la humanidad.

Uno de los pilares superficiales a través del cual se estructura todo es:

El consumismo exagerado.

Sin ser conscientes y, sin darnos cuenta, desde pequeños todos (o una gran mayoría) vamos entrando en el comprar, comprar y comprar… tener, tener y tener. En muchas ocasiones compramos y compramos, sin verdaderamente necesitarlo, hasta límites adictivos.

 

Asociamos el comprar y tener con la auténtica felicidad, lo cual está especialmente alejado de lo que es la felicidad real.

Por supuesto que hay cosas materiales maravillosas que nos pueden hacer disfrutar y facilitan vivir de manera más cómoda y práctica. No se trata de renunciar a todo y hay cosas realmente necesarias.

“En el punto medio está la Sabiduría. Todo en su justa medida”

Por norma general, no consumimos lo que verdaderamente necesitamos o elegimos comprar de forma consciente sino que, si somos honestos con nosotros mismos, reconoceremos que muchas veces compramos por comprar, sin necesidad, por impulso automático.

“Todo lo que nos sobra en una parte de la sociedad,

es lo que falta a la otra parte”

“A mayor producción, mayor contaminación”

Es frecuente utilizar el comprar como evasión de algo interno que no queremos ver o reconocer (aburrimiento, miedos, inseguridades…).

Vivimos por y para lo externo, en casi totalidad, alejados de nosotros, de nuestra Esencia Real, donde realmente podemos vivir en más Paz.

Lo lógico es pensar que todo ser humano quiere vivir lo más en paz y feliz posible. Si bien, si hacemos un ejercicio justo al respecto y observamos dentro de uno y alrededor, no es precisamente lo que irradiamos la humanidad en conjunto (salvo excepciones).

Especialmente en el mundo occidental (y ya también en gran parte del oriente occidentalizado) prima una cultura donde destaca:

-El consumismo excesivo (siguiendo las modas establecidas…).

-La sociedad de la prisa.

-Estrés generalizado, acelere colectivo.

-Aumento desorbitado de casos de nerviosismo, ansiedad, depresión…

-Pérdida llamativa de valores: bondad, generosidad, verdad, autenticidad, honestidad, justicia, honradez, respeto a uno mismo y hacia los demás, educación… en predominio muchas veces del egoísmo, la competitividad desorbitada, mentira, hipocresía, envidia, maldad, ambición…

-Adicción a; móviles, juegos, TV, nuevas tecnologías, redes sociales… (vendiendo, exponiendo la vida personal a través de las pantallas, ante cualquiera), drogas, alcohol, sexo a lo loco (donde todo sirve, de cualquier manera, con cualquiera…).

-Cada vez más niños y adolescentes tiranos… descarados, sin valores, que no quieren estudiar ni trabajar. Víctimas del mundo adulto. Su única forma de vida es=  móvil, adicción a juegos, consumo de sustancias, redes sociales, sexo a lo loco… (reflejo de cómo se vive en parte del mundo adulto. Adultos que, en gran número, siguen siendo adolescentes, sin madurar en ningún sentido).

El listado se puede ampliar, podríamos añadir muchas cosas más… pero con lo ya mencionado es suficiente como muestra de una sociedad que, a día de hoy y en muchos lugares del planeta, es reflejo de inconsciencia, confusión, dispersión y malestar del mundo adulto.

Afortunadamente muchos adultos, niños y adolescentes, son reflejo de equilibrio, centramiento y felicidad pero hay que poner de nuestra parte, como adultos, para reconducir los casos de niños/as y adolescentes con problemas de actitud… La educación en prevención es fundamental.

Siempre han existido duras y dañinas adicciones. Si bien, en el s. XX-XXI, las adicciones se han multiplicado. Observamos un consumo desorbitado de:

Televisión, juegos (ludopatía, cada vez a edades más tempranas), internet (uso excesivo y perjudicial), móviles, ordenadores, redes sociales, compras compulsivas, ninfomanía (adicción al sexo), alcohol, drogas…

A priori, una parte del citado listado de adicciones no tendría por qué serlo, usado con moderación, utilizado de forma responsable, pero no es lo que está ocurriendo (en parte).

Ver un poco la televisión (programas o series interesantes, los cuales cuestan cada vez más encontrar), jugar un rato a juegos (educativos, divertidos), investigar en internet (sabiendo seleccionar una información que nos aporte en positivo), utilizar el móvil como medio de comunicación y con fin práctico… todo ello, en justa medida, no tendría por qué ser perjudicial.

El uso del ordenador como herramienta de estudio y en muchos trabajos es muy útil, facilitando las tareas enormemente.

Las redes sociales pueden resultar interesantes en algunos trabajos. No tanto tiene sentido para exponer aspectos de la vida personal.

Se han normalizado muchas cosas que son realmente perjudiciales para cada individuo y, en conjunto, para toda la humanidad.

Todo se convierte en adicción cuando es en exceso, cuando nos domina y nos hace perder el control… cuando nos aísla y desconecta del vivir real…

Momentos de ocio, descanso, disfrute… son fundamentales, en elección consciente y en punto medio.

En el momento que una sustancia, actividad, objeto o persona me posee, me domina… estoy fuera de mí. Soy adicto/a.

Las adicciones (de cualquier tipo) son enfermedad y ocasionan gran dolor (en uno y alrededor).

Para. Observa. Entonces podrás darte cuenta que hay mucho diseñado para vivir hacia afuera, en lo externo. Y, cuando se vive en lo externo, me olvido de mí, desconecto por completo de quién soy y qué es vivir de verdad.            Desconecto de la vida.

Demasiada agitación, dispersión, divagación, falsedad, invención… en uno y alrededor. Viviendo en piloto automático, muy hacia fuera. Mucho ruido mental, demasiados pensamientos. Mucho estrés, ansiedad, depresión, malestar.

Vivimos por y para lo externo, por lo general siguiendo los dictados de la educación recibida del bienintencionado mundo adulto que gira alrededor nuestro desde la infancia (así ha ocurrido para todos… bisabuelos, abuelos, padres, profesores, amistades… todos educados condicionados).

Crecemos desconectados de nuestro Corazón, de nuestra Esencia Real.

Demasiadas cabezas (egos=mentes dispersas, inconscientes, cargadas de pensamientos, en muchos casos, inventados o exagerados).

Demasiadas cabezas, pocos Corazones.

El vivir en piloto automático (de manera inconsciente) hace que a escala mundial, se viva de forma bastante caótica en la actualidad; especialmente en un amplio sector de población en occidente y el oriente occidentalizado.

En las sesiones y talleres vamos a aprender a VIVIR MÁS CONSCIENTES

Me pregunto, pregunto: ¿Qué es Vivir de Verdad?  ¿Cómo elijo Vivir?

Cierto es que siempre hay cosas y aspectos de la vida que se escapan a nuestro control pero hay una parte, nuestra zona de influencia, donde sí podemos poner nuestra atención y energía, focalizándonos en lo verdaderamente importante para nosotros, manteniéndonos lo más al margen posible de aquello que no nos interesa ni conviene.

En los demás artículos  de esta categoría (Prevención de adicciones) podéis leer información ampliada relacionada con este tema. Principalmente, en cuanto a concienciación (con casos de ejemplos reales).

NOTA: Fragmento del Manual «Aprendiendo a Vivir Conscientes»,                    

Lourdes del Álamo Rabadán

Trabajamos el tema más a fondo en:

CURSO 4 SESIONES PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS. Sesiones individuales o taller grupal. Contenidos:

 Problemática actual en adultos, niños-as y adolescentes / Estudio de casos reales y pruebas científicas al respecto / Educando en el uso adecuado de las nuevas tecnologías. Pautas / Orientaciones para el uso progresivo de pantallas (por tramos de edad); educando para el desarrollo de un criterio de  selección de información adecuado y en límite horario / Reducir el riesgo de adicción al mínimo a través de actividades saludables.

SI ESTÁS INTERESADO/A EN ESTE CURSO PUEDES AMPLIAR INFORMACIÓN EN EL APARTADO TALLERES O CONTACTANDO ( apartado CONTACTO)