MINDFULNESS es VIVIR EN ATENCIÓN PLENA: más conscientes, más atentos, en más paz, calma y serenidad, sintiendo mayor centramiento y equilibrio.
-Salimos del piloto automático (de las reacciones inconscientes que nos llevan al descontrol y al desbordamiento en numerosas ocasiones) aprendiendo a vivir más atentos, más despacio, en más calma.
-Las prácticas educativas de atención plena nos ayudan a vivir más conscientemente, en conexión con nuestra esencia. Aprendemos a estar más serenos y felices, disfrutando de lo cotidiano y sencillo. Descubrimos la grandiosidad en las pequeñas cosas de la vida.
-Vivimos en el momento presente: aquí y ahora, segundo a segundo.
Si trabajamos el autocuidado, el autoconocimiento y el mindfulness, vamos a ir aprendiendo a vivir de manera más consciente. Recordamos que:
Grandes problemas de convivencia: discusiones continuas, luchas de egos para llevar la razón, rabia, enfado, ira, pensamientos negativos, dramatización, exageración, desmotivación, descontrol emocional, tristeza, miedos, preocupación, depresión, estrés, ansiedad…
Vivir en más paz, calma y serenidad, evitando luchas de egos dañinas e innecesarias. Mayor empatía, comprensión (hacia uno y hacia los demás). Saber parar justo a tiempo evitando caer en fuertes discusiones. Mayor coherencia, equilibrio, armonía, ilusión, motivación, entusiasmo… todo lo cual ayuda a mejorar la convivencia.
Descubrimos nuestra zona de influencia; lo que sí podemos gestionar y lo diferenciamos de los momentos, situaciones y pruebas de la vida que se escapan absolutamente a nuestro control. Ahí únicamente podemos desarrollar la comprensión, aceptación consciente y compasión (hacia nosotr@s y los demás).