Cómo afectan las pantallas al cerebro

-La felicidad depende del sentido que cada uno de nosotros le damos a nuestra vida y la manera en que elegimos vivir.

-En una sociedad que en muchas ocasiones ha perdido el rumbo, estamos sustituyendo el sentido de la vida por sensaciones inmediatas (comida, sexo inconsciente, drogas, consumismo exagerado… de manera totalmente adictiva).

-Las pantallas multiplican las sensaciones instantáneas, generando una gran sensación de frustración y vacío si no las usamos. Dependemos de las pantallas para sentirnos bien. Las pantallas generan placer, en relación con la hormona de LA DOPAMINA. La dopamina se activa cuando tenemos ganas de consumir algo, llega al pico más alto cuando lo consumimos, y después viene el bajón, generando una gran sensación de frustración, negatividad, ansiedad… provocando la necesidad de seguir consumiendo (pasa al tomar drogas, alcohol, e igualmente cuando consumimos pantallas; al recibir likes, en redes sociales, mensajes, notificaciones… nos sentimos queridos a través de esto. Aumenta la dopamina y queremos más y más y más).

El funcionamiento es similar al consumo de drogas. Los psiquiatras están trabajando con fármacos similares para tratar adicciones a la cocaína y adicciones a pantallas (redes sociales, pornografía, videojuegos…).

Cuando no se consume (tanto cocaína… como pantallas) la sensación de frustración y vacío es cada vez mayor.

-Hay un exceso de información y falta de formación. Hiperestimulación y gratificación instantánea. Tapamos con las pantallas el vacío interior. Cada vez estamos más desconectados de nuestra esencia.

-Buscar un uso adecuado de pantallas en relación al trabajo (y/o estudios).

Se está recurriendo a las pantallas por estrés y aburrimiento.

Triunfar en la vida es: ser dueño de nuestra vida, mantener un equilibrio interior, conectar de forma sana con lo que nos sucede, saber gestionar el estrés y el aburrimiento…

Coger el móvil (tablet, ordenador…) cada vez que estamos estresados o aburridos, genera una sociedad cada vez menos tolerante al estrés y el aburrimiento; nula tolerancia a la frustración, queremos todo inmediato (no sabemos esperar, no sabemos aburrirnos, no sabemos posponer la recompensa. Es la era de la inmediatez).

-El amor y el trabajo son dos pilares que nos conducen al sentimiento de felicidad. Ambos requieren de constancia, voluntad, paciencia, cariño, dedicación… es decir, tiempo y capacidad de posponer la recompensa.

La CORTEZA PREFRONTAL del cerebro es fundamental. Se encarga de la atención, de la concentración, de la resolución de problemas y del control de impulsos. Nos ayuda a tener fuerza de voluntad, a superar las dificultades, a buscar soluciones, a prestar atención. Diferencia lo bueno de lo que no nos conviene, lo interesante de lo que no lo es. El desarrollo de la corteza prefrontal de manera equilibrada es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida y bienestar. Las pantallas bloquean la corteza prefrontal.

Cuando un bebé nace, la corteza prefrontal es inmadura. El cerebro se desarrolla desde la parte de detrás a la parte de delante.

 

La corteza prefrontal del bebé se activa con: luz, sonido y movimiento. Si se les fomenta las pantallas, se sobre-estimula la corteza prefrontal, con lo que les va a resultar mucho más complicado tener atención a cosas o personas que no sobre-estimulan de forma tan artificial y exagerada (cuando no hay luces, sonidos estridentes, colores llamativos…). Les va a resultar muy complicado atender explicaciones de profesores, por ejemplo, o centrarse en una acción. Las pantallas son luz, sonido y movimiento.

El cerebro funciona con un mecanismo que se denomina “usit or loose it” (o lo usas, o lo pierdes). A medida que utilizamos más y más las pantallas, se pierden partes útiles de nuestro cerebro (lo más significativo; pérdida de memoria y de atención). Utilizamos internet o wikipedia para todo y EL HIPOCAMPO, que es la zona del cerebro del aprendizaje, cada vez se va haciendo más pequeño. Con las aplicaciones de ubicación, cada vez nos orientamos peor. Las zonas del cerebro se empiezan a atrofiar y a funcionar peor cuanto menos lo estimulamos (cuanto menos lo trabajamos). Con la corteza prefrontal sucede lo mismo. Si potenciamos la corteza prefrontal con luz, sonido y movimiento (mediante pantallas), la corteza no va a evolucionar de la forma adecuada. Se están potenciando generaciones con nula capacidad de prestar atención, sin concentración, cero tolerancia a la frustración, descontrol de impulsos…

El 10 % de la población del primer mundo está tratada en la actualidad psiquiátricamente por el trastorno conocido como déficit de atención e hiperactividad, falta de control de impulsos. Falla la corteza prefrontal.

En la actualidad hay grandes CRISIS DE ATENCIÓN.

Qué podemos hacer en el día a día:

Quitar notificaciones. Si yo quiero algo, soy yo quien me meto en el teléfono, no el teléfono quien me dice que me tengo que meter. Si no, es el teléfono quien me domina (como cualquier droga o adicción). Nula creatividad, nula capacidad natural de responder a los estímulos. Sin notificaciones se vive mucho más en paz.

Consultar el móvil en momentos puntuales. Reducir su uso (especialmente para temas no relacionados con el trabajo).

Reducir el tiempo de uso de las redes sociales, especialmente Instagram que es la más utilizada. Establecer un tiempo máximo (15-30 minutos al día). Está diseñado para enganchar más y más.

Poner el modo avión o apagarlo directamente siempre que sea posible

Crear espacios y tiempos sin móvil (ni pantallas).

Salir a la Naturaleza, potenciar actividades manuales y creativas. La lectura y escritura, las artes. Dedicar tiempo a actividades saludables.

Compartir con las personas, libres del móvil (y pantallas). Al comer, charlar, pasear… Los estudios empiezan a decir que los niños sienten abandono por parte de sus padres porque usan el móvil constantemente.

Conectar en el tú a tú con las personas.

La pantalla es útil y buena, siempre y cuando seas tú capaz de controlarlo, de diseñar para qué lo necesitas, sin entrar en un estado de dependencia, ansiedad, depresión… Utilizar las pantallas el menor tiempo posible.

Un porcentaje muy grande de los problemas de niños, adolescentes y jóvenes viene derivado por un mal uso de las redes sociales y la adicción a pantallas. Pasan desde edades cada vez más tempranas demasiado tiempo con pantallas, descuidando totalmente los aspectos importantes de su vida; relaciones reales, autocuidado, formación… viven desconectados por completo de su interior, de su esencia.

Lo expuesto en este artículo son ideas-clave del vídeo: “Somo adictos”, de la doctora Marian Rojas Estapé. Recomiendo ampliar la información escuchando el vídeo completo, si aún no lo has hecho. Puedes acceder a él desde la ZONA AUDIOVISUAL (dentro de los vídeos sobre prevención de adicciones tecnológicas).

Estaría muy bien que reflexionemos sobre todas estas ideas y nos preguntemos:

¿Cómo estamos viviendo?

¿Qué modelo de adultos estamos siendo?

¿Qué modelo de vida estamos transmitiendo a los más pequeños?