Un día en clase, hace 6 años, una alumna de 14 años estaba especialmente nerviosa, inquieta. Había mucha preocupación e inquietud en su rostro y actitud.

Hablé con ella a solas y se puso a llorar desconsolada. Me dijo que tenía un problema muy grave y que lo estaba pasando muy mal. Al principio no quería contarme qué le ocurría. Después de un rato me compartió que era porque estaba castigada sin el móvil (llevaba 2 días sin él). Le pregunté qué sensaciones tenía desde que su padre se lo había quitado y me dijo: “Además de enfado y rabia lo que más siento es un gran vacío en mi interior, me siento perdida. No se qué hacer por las tardes y por las noches en casa. Estoy muy nerviosa, no puedo dormir bien. Tengo mucha ansiedad. También estoy preocupada porque no puedo hablar con mis amigos y me estoy perdiendo todo con ellos. Me van a dejar de lado, seguro. Jamás en mi vida me he sentido tan mal”.

Traté de tranquilizarla, que pudiera comprender por qué su padre había tomado esa decisión (al suspender 8 materias) y cómo podía hacer para aprovechar sus tardes y tiempo libre de otra manera… (era plenamente consciente que no le iba resultar nada fácil y no se puede aprender a hacer esto de la noche a la mañana, pues había crecido pegada al móvil).

Este hecho se me quedó especialmente grabado.

Una chica de 14 años dice sentir un gran vacío en su interior y enorme ansiedad por llevar 2 días sin móvil y que jamás en su vida se había sentido tan mal.

¿Qué estamos haciendo?, ¿Somos conscientes de lo que está ocurriendo?

Animo a reflexionar al respecto y, en la medida de lo posible, buscar soluciones.

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos más a fondo en el CURSO DE PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS (y adicciones en general). En sesiones individuales o taller grupal. Contenidos:

-1. Problemática actual en adultos, niños-as y adolescentes.

-2. Estudio de casos reales y pruebas científicas al respecto.

-3. Educando en el uso adecuado de las nuevas tecnologías. Pautas.

-4. Orientaciones para el uso progresivo de pantallas (por tramos de edad); adquiriendo un criterio de selección de información adecuado y en límite horario.

-5. Reduciendo el riesgo de adicción al mínimo a través de actividades saludables.