Me dispongo a salir de casa para ir a hacer la compra semanal. Al salir del garaje observo a un grupo de adolescentes (de unos 13-14 años) sentados en el suelo, al lado de un portal.

Todos están con el móvil, mirando a su pantalla.

De camino hacia la tienda paso por diferentes paradas de autobús. Todas las personas que están esperando tienen el móvil en la mano, mirando la pantalla.

Observo también a varias personas paseando a sus mascotas. Casi en su totalidad, van caminando con el móvil en la mano, con su atención puesta por completo en la pantalla.

Hago la compra y unos recados más. A las 2 horas (aproximadamente) vuelvo a casa. Al pasar hacia el garaje me doy cuenta que el mismo grupo de adolescentes sigue en la misma posición, sentados, mirando la pantalla de su móvil y sin hablar nada entre ellos (puede que se estén comunicando por whatsapp).

Desde luego que esto no es un descubrimiento especial, es algo que habitualmente todos podemos ver alrededor, si paramos a observar.

Cada vez más niñ@s, adolescentes, jóvenes y adultos pegados todo el día por completo a la pantalla del móvil.

Lo preocupante es que lo veamos como algo normal y natural.

La vida real sucede a nuestro alrededor… mientras miramos horas, horas y horas la pantalla.

Pantallas, claro que sí, pero en su justa medida. En uso consciente, en tiempo limitado y con criterio de selección de información para nuestro beneficio y enriquecimiento personal, no en contra.

 

Podemos aprender a sacar el máximo provecho de todo lo maravilloso que nos ofrecen las pantallas y todas las nuevas tecnologías en responsabilidad y coherencia.

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos más a fondo en el  CURSO 4 SESIONES DE PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS (y adicciones en general). En sesiones individuales o taller grupal. Contenidos:

-1. Problemática actual en adultos, niños-as y adolescentes.

-2. Estudio de casos reales y pruebas científicas al respecto.

-3. Educando en el uso consciente de las nuevas tecnologías. Pautas.

-4. Orientaciones para el uso progresivo de pantallas (por tramos de edad); adquiriendo un criterio de selección de información adecuado y en límite horario.

-5. Reduciendo el riesgo de adicción al mínimo a través de actividades saludables.