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 Caso real 7

En las aulas de educación secundaria el 100 % de los alumn@s van a clase con el móvil (salvo muy contadas excepciones). Desde edades cada vez más tempranas también está sucediendo en primaria.

¿Alguien cree que con el móvil encima van a estar centrados en sus estudios y en el aprendizaje?

Muchos padres nos dicen que no entienden cómo suspenden tantas materias pues están toda la tarde encerrados en su habitación estudiando, haciendo deberes… ¿con el móvil y el ordenador delante?

¿Es necesario realmente que tengan móvil con esas edades y más aún que lo lleven a clase?

La gran mayoría de padres-madres y adultos en general no son conscientes de cómo se dispersan y se distraen sus hij@s con las pantallas. Claro que si lo que quieren es que estén entretenidos y no molesten, sin duda es la mejor opción (con las pantallas se abstraen del mundo y ni se mueven).

En clase es una lucha continua pues a la mínima oportunidad ya están mirando la pantalla. Basta con que te gires para anotar algo en la pizarra, que vayas a la mesa de un compañero, que te dirijas al tablón de anuncios del aula a poner algo nuevo… para que rápidamente estén con el dispositivo.

Muchísimas veces hay que interrumpir las explicaciones por este motivo (además de otras razones que vamos explicando en otros artículos). Supone parar la clase, tener que llamar la atención y coger el móvil, poner un parte por ello como se indica en las NCOF  (normas de convivencia, organización y funcionamiento de centro), llamar a las familias… Y, además, a veces los alumnos se niegan a entregarlo, o entran en cólera, se vuelven violentos…

¿Sería mucho pedir reflexionar al respecto y ver las consecuencias de lo que está sucediendo?

Antes no teníamos móvil y no pasaba nada.

¿Por qué ahora todos tienen que llevar el móvil a clase?

Están la mayoría más pendientes del móvil que de sus estudios y aprendizaje. Más pendientes del móvil que de su vida.

También ocurre que hay numerosos casos de acoso por las redes sociales.

¿Qué hacen niñ@s y jóvenes utilizando las redes sociales a todas horas sin ningún tipo de criterio y madurez?

¿Para qué lo utilizan?, ¿con qué fines?, ¿les corresponde por edad?

Se les va el tiempo con las pantallas. Cada vez más casos de adicción y, obviamente, no dedican tiempo a su formación y, mucho menos a temas de autoestima, autocuidado y autoconocimiento (cosa que la mayoría de adultos tampoco hace por lo que no se da ejemplo coherente al respecto). Pequeños y jóvenes son imitadores del mundo adulto.

CONSECUENCIAS DE LLEVAR LOS MÓVILES AL AULA:

-Distracciones continuas.

-Dispersión.

-Descentramiento.

-Interrupciones del desarrollo normal de las explicaciones por tener que parar a llamar la atención, coger el móvil…

-Hacen fotos, vídeos… de profesores, compañeros… lo cuelgan en las redes sociales burlándose…

En los centros educativos hay teléfono. Si sucede algo importante los padres-madres pueden contactar a través del centro.

A veces me han dicho alumn@s que estaban con el móvil mientras yo estaba explicando: “ es que me estaba escribiendo mi madre”. Lo cual, no deja de sorprenderme, la verdad. Madres y padres escribiendo a su hij@ por whatsapp en horario lectivo, mientras estamos en clase.

Pasan tantas horas en las pantallas que es imposible que estén centrados en lo verdaderamente importante: el autocuidado, autoconocimiento, su formación, el deporte, el contacto con la naturaleza, jugar de forma sana… Lo vital en los años que tienen.

Quienes primero hemos de dar ejemplo de no usar el móvil a todas horas y cuando no corresponde somos: padres-madres, profesor@s y adultos en general.

Una vez más, como en artículo anteriores, pregunto:

¿Qué estamos haciendo?

¿Somos conscientes de lo que está ocurriendo?

Animo a reflexionar al respecto y, en la medida de lo posible, buscar soluciones.

 

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos más a fondo en el  CURSO DE PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS (y adicciones en general). En sesiones individuales o taller grupal. Contenidos:

-1. Problemática actual en adultos, niños-as y adolescentes.

-2. Estudio de casos reales y pruebas científicas al respecto.

-3. Educando en el uso adecuado de las nuevas tecnologías. Pautas.

-4. Orientaciones para el uso progresivo de pantallas (por tramos de edad); adquiriendo un criterio de selección de información adecuado y en límite horario.

-5. Reduciendo el riesgo de adicción al mínimo a través de actividades saludables.

Padres-colegas y Profesores-colegas

Haciendo un ejercicio de honestidad, podemos ver y reconocer, como venimos señalando en artículos anteriores, que en los últimos tiempos todo ha dado un giro brutal. A veces no para bien. Observamos:

Gran confusión de roles entre padres y profesores; corresponde a los padres educar y, a priori, a los profesores enseñar una materia (y reforzar los valores que han de venir de casa).

Existen lo que llamo:  padres-PADRES y padres-colegas.

-Se pueden ver:  profesores-PROFESORES y profesores-colegas.

Muchos adultos en la actualidad son colegas de los niños y adolescentes. Es un error, con serias consecuencias, pues si todos somos colegas de todos, los niños y adolescentes quedan sin referencias, sin modelos a seguir de coherencia. Por supuesto, hay que ser dialogantes, cariñosos, educando y enseñando desde el respeto, mas un padre no ha de ser un colega del hijo ni un profesor ha de ser colega del alumno. Los adultos, en general, hemos de ser modelos de referencia, no colegas. Mostrar madurez, responsabilidad, coherencia, les da estabilidad. A veces es muy necesario la firmeza.

Ha de haber un respeto hacia el padre-madre, un respeto hacia el profesor-profesora. He visto y oído, muchas más veces de las que hubiera querido, frases del tipo; ¿Qué pasa tío?, ¿Qué pasa tía? Para dirigirse padres a hijos o viceversa, e igualmente entre profesores-alumnos. También, por ejemplo, padres decir a sus hij@s “me tienes hasta la p…” expresiones que, después, utilizan como natural en casa y en las aulas.

Breves ejemplos de innumerables que se podrían detallar y analizar pero, ahora, lo importante es hacernos conscientes de:

Cómo hablamos a niños y adolescentes. Cómo educamos (los padres) y enseñamos (los profesores en las aulas). El respeto mutuo entre todos es fundamental.

Están aumentando los casos de profesores colegas. Quedan por whatsapp, se siguen por Instagram… interactúan por todo tipo de redes sociales, como si de otro colega más se tratase… Así, los niños y adolescentes están creciendo perdidos, confundidos… (por esto, y otras razones).

En una ocasión que fui al cine, al salir, un grupo de niños estaban comportándose como salvajes y, la madre, de repente les chilló; “desde luego, no se qué leches os están enseñando en la escuela” (Digo “leches” por decir suavemente el término empleado por la madre, el cual fue bastante más inapropiado para hablar a niños). Me impactó oírlo. Hay bastante confusión al respecto pues; la educación principal ha de venir de casa, de la familia. Educar en valores es primordial.

Claro está que, además, la escuela ha de reforzar dichos valores pero no olvidemos que la finalidad principal de los profesor@s es impartir una materia. Por supuesto que hemos de ser también ejemplo a seguir, modelos en valores y educación pero, insisto, la educación principal ha de inculcarse en casa, desde los primeros años.

Se hace imprescindible tener claro la función de cada uno; PADRES EDUCAR, PROFESORES ENSEÑAR Y REFORZAR LOS VALORES. Siendo todos colegas de todos, la confusión y el caos se multiplica entre los más pequeños y jóvenes.

Educar y Enseñar también implica regañar cuando es necesario. A veces, cuando ya se ha dialogado todo lo que había que dialogar, no queda otra opción que ser firmes y hacer cumplir las normas de convivencia, por el bien de todos (obviamente normas lógicas). Son los niñ@s y adolescentes quienes han de dejarse guiar, y no es nada lógico que los pequeños impongan sus decisiones a los adultos, lo cual se puede ver de continuo.  En muchas casas parecen ser los líderes y dirigentes del hogar, adaptándose los padres por completo a las decisiones caprichosas de sus hij@s. Se les está dando un poder que aún no les corresponde por la falta de criterio e inmadurez propia de la edad.

Algo que también hay que tener en cuenta es que, tal como funciona la sociedad actual, la mayoría de los padres y madres trabajan. Muchos niños pasan a ser cuidados por los abuelos, los cuales, tienden más a malcriar (como buenos abuelos que son). Insisto, es a los padres a quienes corresponde educar (y no también malcriar). Si bien, los adultos en general deberíamos tener claro y muy en cuenta que, cuando no educamos, sino que somos consentidores de todo lo que los niñ@s piden y quieren en cada momento, estamos potenciando que se conviertan en niños caprichosos y niños tiranos, sin ningún tipo de educación ni respeto, con consecuencias graves a nivel individual (para ese niñ@) ocasionando serios problemas de convivencia, especialmente durante la adolescencia. Después, muchos continúan siendo eternos adolescentes, sin responsabilidad, coherencia ni madurez… ocasionando mucha desarmonía en cualquier tipo de relación y convivencia, provocando problemas serios a nivel individual, familiar y social.

 

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos más a fondo en el CURSO DE MEJORA DE LA CONVIVENCIA Y EN EL CURSO “APRENDIENDO A VIVIR CONSCIENTES ”.

En sesiones individuales, en pareja, familiar o curso grupal.

Puedes ampliar información en el apartado de cursos y sesiones así como en los diferentes artículos relacionados del Blog.

Observaciones en relación a las últimas leyes educativas

En los cerca de 20 años dedicada a la enseñanza secundaria son muchos los cambios legislativos que hemos vivido. Demasiados, diría yo. Y, en mi experiencia, no siempre cambios acertados. ¿Por qué?

  • Los valores, el trabajo, el esfuerzo, la constancia y dedicación al estudio y aprendizaje cada vez parecen importar menos.
  • Se conceden cada vez más derechos a los niños y adolescentes tiranos y caprichosos pasando a muy segundo plano sus deberes.
  • Suelen primar los intereses partidistas a las necesidades reales de los alumnos.
  • Un número importante de políticos y padres nos restan autoridad al profesorado (evidentemente no todos, pero sí más de los que querríamos).
  • Si exigimos lo normal, si no aprobamos a la ligera, en cada vez más ocasiones somos amenazados, juzgados e incluso denunciados a inspección.
  • Marcar límites (los cuales debieran venir muy claros de casa y no está siendo así) se está convirtiendo en algo realmente delicado pues, cuando lo hacemos (porque es totalmente necesario) somos amenazados, juzgados, y atacados por numerosas familias que justifican de sus hij@s lo injustificable. Con lo cual los alumnos cada vez nos respetan menos.
  • Gran parte de políticos y administraciones exigen papeles, papeles y cada vez más papeles (la mayoría sin ningún sentido) hasta límites que nunca se había antes visto. Pareciera que la burocracia es el eje central de la enseñanza en la actualidad.
  • ¿Dónde están quedando la educación y el respeto?
  • ¿Dónde están quedando valores como el trabajo, el esfuerzo, la constancia?
  • Las últimas leyes educativas son cada vez más permisivas, concediendo demasiados derechos inmerecidos a cambio de cero deberes a los alumn@s con actitud muy disruptiva.
  • La permisividad exagerada en las familias, reforzada por las leyes educativas de los últimos tiempos está multiplicando los cada vez más casos de niñ@s y adolescentes tiranos, caprichosos, sin ningún tipo de educación y respeto. Dificultan enormemente el poder desarrollar las clases.
  • Es imprescindible y más necesario que nunca que los políticos trabajen por un pacto educativo donde vuelva a ser eje central la educación, el respeto, los valores. Una ley educativa que de el lugar que corresponde al profesorado. Una ley educativa que prime la enseñanza y la problemática existente en el alumnado a sus intereses partidistas, de datos y estadísticas. Una ley educativa que no haga perder más tiempo haciendo programaciones cada pocos años, teniendo que modificar de nuevo absolutamente todo. La energía y tiempo que hay que dedicar a todo esto es brutal, mareándonos por completo, creando una desmotivación absoluta. Para poder llegar a hacer un pacto educativo, los políticos son los primeros que debieran dar ejemplo de educación, respeto, equilibrio y coherencia, lo cual no solemos ver en muchos (salvo raras excepciones). Sólo hay que ver cómo se hablan.
  • También es vital que los padres inculquen respeto a la figura del profesor pues, al insultarnos, juzgarnos o desautorizarnos  hacen que los alumnos no nos respeten (por lo que oyen en sus casas, principalmente) y la labor docente y educativa que nos corresponde se hace muy complicada. Resulta muy difícil poder dar clase. Los conflictos son cada vez más. Muchos alumnos no respetan normas, límites, acostumbrados desde pequeños a hacer siempre lo que les viene en gana. Literalmente muchos te dicen: “no hago caso a mis padres, te lo voy a hacer a ti”(dicho suavemente).
  • Los padres han de tener muy claro que cuando un profesor regaña, no es por casualidad. O cuando se llega al límite de tener que poner un parte (después de muchos, muchos avisos). El hij@ llega a casa, cuenta su versión (nada que ver con la realidad) y los padres (en bastantes ocasiones) creen totalmente lo que les dicen. Cuando llamamos para informar recibimos insultos y amenazas. Se está justificando lo injustificable. Hay que tener muy claro que marcar normas y límites forma parte de la educación. Cuando en un aula estamos 30 personas es fundamental el respeto entre todos y tiene que quedar muy claro que al colegio o instituto se va a recibir una formación, que debieran valorar, aprovechar y agradecer. Y, por encima de todo, permitir que los profesores podamos realizar nuestro trabajo (que es enseñar una materia concreta) y que todos los alumn@s puedan recibir esa enseñanza. En muchos centros educativos (especialmente en secundaria) está resultando muy complicado poder impartir clase por la cantidad de problemas de convivencia que están generando alumnos tiranos, maleducados y caprichosos. Las últimas leyes educativas, excesivamente permisivas e incoherentes en muchos puntos, lo están potenciando.
  • Y, por supuesto, los profesores hemos de ser también modelo a seguir. Con aciertos y errores, como todos, pero siendo ejemplo de respeto, coherencia, educación y firmeza cuando es necesario. No todo vale.
  • Asumamos cada cual la función que nos corresponde: padres, políticos y profesores. Si no vamos a una, irá a más lo que ya estamos viendo (gran pérdida de valores, ausencia de educación y respeto, cada vez más casos de jóvenes tiranos, caprichosos, aumento de los conflictos y problemas de convivencia en casa, en colegios, institutos, en las calles…)

Una vez más insisto, ¿qué modelo estamos siendo los adultos para niñ@s y adolescentes?

Obvio que hay padres-madres y alumn@s con una educación ejemplar. Si expongo todo esto es para tomar conciencia, por el bien de todos, que se están multiplicando a velocidad muy rápida los casos de alumnos tiranos, sin educación ni respeto y es vital, entre todos, tratar de buscar soluciones.

Dejemos de mirar en otra dirección. Tan sencillo como que cada uno asumamos verdaderamente nuestra responsabilidad de educar (padres) y enseñar y reforzar los valores de casa (profesores). Seamos todos modelo en positivo: padres, profesores, políticos y adultos en general. Mostremos:

VALORES, COHERENCIA, RESPONSABILIDAD, MADUREZ, EDUCACIÓN, RESPETO.

Consecuencias de la educación permisiva

En los últimos años, los problemas de convivencia en las casas, colegios, institutos… se han multiplicado a un ritmo alarmante. Si no nos hacemos conscientes de lo que está ocurriendo las consecuencias pueden ser muy serias a nivel familiar y social (pues vemos que va a más).

Qué está ocurriendo:

  • Educación totalmente permisiva en muchas casas. Cada vez son más los niñ@s que hacen absolutamente lo que les da la gana. Todo en la familia gira entorno a los intereses y caprichos del pequeño. Todo lo que pide lo obtiene al instante.
  • La educación, los valores y el respeto cada vez brillan más por su ausencia.
  • Muchos son los que comen cuando quieren, lo que quieren y a capricho. Hacen lo que les apetece siempre o la mayoría del tiempo.
  • Demasiados juguetes y cosas materiales, que no valoran y al minuto dejan a un lado. Tienen tantas cosas que no saben ni con qué jugar.
  • Ordenadores y móviles son el centro de sus vidas. Mientras están ahí, claro, no molestan. Desde edades muy tempranas todo gira alrededor del móvil, ordenador y las redes sociales. Crecen totalmente descentrados y fuera de sí.
  • Todo lo que no sea el móvil les aburre, no les interesa. Obvio, si no les estamos enseñando lo que es jugar de verdad, el disfrutar de leer, aprender, de saber, de la cultura, el valor del trabajo, el esfuerzo, la constancia, la motivación, entusiasmarse con la vida real…

Niños y adolescentes aún no tienen criterio para tomar decisiones que no les corresponde por edad. Les estamos dando antes de tiempo un poder que únicamente les convierte en tiranos y caprichosos. Estos casos son víctimas de adultos que eluden por completo la responsabilidad de educar que les corresponde (padres, profesores, educadores…).

No todo vale. Se están normalizando actitudes que no son nada normales. No se puede justificar todo con la excusa de que son niños o adolescentes. 

Se les están dando concesiones desde que nacen que no hacen más que confundirles y hacerles crecer en desequilibrio. Después no saben comportarse.

Qué necesitan:

  • Orden de vida
  • Horarios
  • Límites
  • Educación en valores
  • Normas de organización
  • Educación emocional y esencial
  • Ver en casa respeto, cariño y educación entre los padres y hacia ell@s.
  • Tener muy claro que son los padres y profesores a quienes corresponde educar, enseñar y orientar. Desde el respeto mutuo.
Cierto es que no se puede generalizar y, afortunadamente, también son muchas las personas que viven desde los valores y la educación pero, si somos honestos, hay un gran aumento de los casos contrarios. Es muy necesario poner el foco en esto para buscar soluciones. Asumir la responsabilidad que a cada cual corresponde es fundamental. Dejemos de mirar en otra dirección. Corresponde a los padres educar y a los profesores enseñar y reforzar los valores que han de venir de casa. Todos los adultos tenemos mucho por hacer en estos momentos. 
 

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos más a fondo en el CURSO DE MEJORA DE LA CONVIVENCIA Y EN EL CURSO DE PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS (y adicciones en general).

En sesiones individuales, en pareja, familiar o curso grupal.

Puedes ampliar información en el apartado de cursos y sesiones así como en los diferentes artículos relacionados del Blog.