Entradas de] Lourdes del Álamo Rabadán

Beneficios de la Educación Musical

Dentro de la Educación Consciente es fundamental, junto a la educación emocional y esencial, trabajar la educación creativa y artística.

En concreto, ahora, nos vamos a centrar en comentar algunos de los beneficios más destacados de la educación musical (fundamental en la educación de niñ@s y adolescentes).

La música ha existido desde el origen de los tiempos, siendo el lenguaje universal por excelencia. Todos los pueblos y civilizaciones han desarrollado su vida en conexión con la música. Lo que ha ido cambiando, según la época, es la función o funciones que se ha otorgado a la música, así como los gustos musicales.

Son muchas las investigaciones científicas que hablan sobre los numerosos beneficios que aporta la educación musical como, por ejemplo:

-Mejora la memoria.

-Desarrolla la concentración.

-Nos ayuda a sentir desde el Corazón.

-Nos conecta con la Belleza y la Creatividad.

-Aprendemos a expresar nuestras emociones.

-Potencia la escucha, la interpretación, el movimiento, la coordinación.

-Fomenta el trabajo, la constancia, la disciplina coherente y equilibrada.

– Sentimos, disfrutamos, nos entretenemos de manera saludable cuando escuchamos o interpretamos nuestras canciones favoritas.

-Nos aporta conocimientos en relación al ámbito artístico y la cultura.

-Disfrutamos de los sonidos y los momentos de silencio, imprescindibles en la música y en la vida.

-Nos conecta con el momento presente, aprendiendo a disfrutar de la actividad que estamos desarrollando de manera más plena (escuchar una canción, interpretar con un instrumento, bailar…).

-La educación musical nos ayuda a vivir en atención plena; más conscientes y centrad@s. El desarrollo de la atención plena a través del estudio, la escucha consciente de audiciones (canciones) y la práctica musical (vocal, instrumental, dancística…) es fundamental en el desarrollo de seres humanos más plenos, íntegros y felices.

La ciencia ha comprobado que las materias artísticas están asociadas, en mayor medida, al desarrollo del hemisferio derecho del cerebro (cada materia desarrolla una parte del cerebro).

Hoy en día, la escucha y práctica musical se está utilizando cada vez más con fines de mejora de la salud (física y mental) a través del estudio y práctica de enseñanzas musicales y/o la musicoterapia. Resulta especialmente útil para trabajar en casos de hiperactividad, desmotivación, déficit de atención, estrés, ansiedad…

Llevar la atención al momento presente, una y otra vez

Dentro de la Educación Consciente, el llevar la atención al momento presente (focalizados en la actividad que estemos desarrollando) es una de las técnicas más utilizadas de Mindfulness  para centrarnos y así vivir en más calma y serenidad .

Numerosas veces la mente emite falsos pensamientos, creando una película irreal. Inventa, manipula, exagera, se anticipa… emite preocupaciones de continuo. En su mayoría, preocupaciones imaginadas.

Podemos darnos cuenta, si paramos a OBSERVARNOS.

La mente rememora situaciones pasadas o se anticipa a un futuro que no existe. Planifica y proyecta, en muchas ocasiones, de forma acelerada, lo que descentra y hace divagar y divagar.

Divagación=falsos pensamientos = falsa realidad = dispersión y ansiedad.

Parar, respirar y observar nos ayuda a darnos cuenta y, desde ahí, desidentificarnos de la mente dispersa. Está programada en piloto automático. Tiene patrones de conducta ya fijados (desde la infancia). Sigue su propia inercia. No se trata de forzar y querer no pensar. Podemos aprender a ver los pensamientos e ideas que nos emite, como si de una película se tratase, con distancia.

Permitimos que los pensamientos sigan su curso… sin entrar en su juego. Poco a poco podemos aprender a ver todo el proceso mental con más y más distancia. Seguimos con nuestra vida, con nuestros quehaceres diarios,  de manera más consciente. Diga lo que diga la mente… la dejamos a un lado, como película ajena a nosotros.

Una y otra vez la mente nos distrae. Una y otra vez paramos y volvemos al momento presente, de continuo… para vivir conscientes, despiertos, atentos.

La mente es una herramienta poderosa si somos nosotr@s quienes la utilizamos cuando nos es necesario, no que sea ella quien nos dirija de manera automática.

Vivir presentes, segundo a segundo, momento a momento hace que vivamos  de manera más plena y en mayor paz.

Saber parar, vivir más despacio

Vivir más despacio favorece el autocuidado y el autoconocimiento.

Las prisas, el acelere, el estrés… producen gran dispersión y múltiples malestares.

Incluso pueden ocasionar, con el tiempo, enfermedades que afectan a la salud mental y física.

Saber parar, es vital para nuestro bienestar interior:

«Paro, respiro profundo, me voy calmando.

Bajo el ritmo. Procuro vivir más lento y tranquilo.

Busco un punto medio entre tiempos de descanso y tiempos de actividad. 

Priorizo lo verdaderamente importante.

Aprendo a vivir más lento y tranquilo.

A lo largo del día dedico al menos 10-15 minutos a parar. Hago unas respiraciones conscientes y conecto con mi esencia para calmar y así vivir más lento y tranquilo».

Si ponemos en práctica estas acciones favorecemos un tiempo y espacio para escucharnos, cuidarnos y calmarnos. 

Observarnos y escucharnos hace que nos conozcamos más. 

Bajar el ritmo, dedicar tiempo al autocuidado (físico, mental, emocional y social) va a hacer que nos sintamos mejor y mejor.

Poco a poco, paso a paso. Todo lleva su ritmo y proceso natural.

La práctica  de Mindfulness nos ayuda enormemente a vivir más centrados, a bajar el ritmo, a sentir mayor paz, calma y serenidad. Disfrutamos las acciones cotidianas, las pequeñas cosas, lo sencillo y natural… aprendiendo a discernir lo importante de lo que no lo es tanto. Vivimos en conexión con nuestra esencia, la parte más auténtica y real que somos. 

Casos reales 8-9-10

CASO REAL 8

Encuesta a 118 alumn@s de 1º ESO (12 – 13 años)

-Todos los alumnos, salvo 6, indican que han utilizado el móvil de sus padres-madres y abuel@s desde que eran muy pequeños.

-Todos los alumnos, salvo 2, tienen móvil propio desde los 9-10 años.

-Utilizan el móvil una media entre 5-10 horas al día (principalmente para juegos, whatsapp, youtube y redes sociales como Instagram).

-El 90 % afirma que sus padres les dejan libertad absoluta en su uso y nunca hacen seguimiento (libre acceso a todo tipo de contenidos 24 horas al día).

-El 80 % afirma ver vídeos de contenido sexual y violencia desde los 9-10 años.

-El 90 % utiliza el móvil de madrugada (sus padres creen que están durmiendo). Muchas noches duermen un máximo de 4 – 5 horas.

-Siempre llevan el móvil con ellos. Pensar separarse de su dispositivo les genera gran ansiedad.

CASO REAL 9

Alumno de 3º ESO se pone muy agresivo y se salta la valla del instituto tras «retirarle» el móvil por utilizarlo en clase.  Después de unos 15 minutos vuelve al centro con su madre.

Durante clase está utilizando el móvil  y la profesora (tras varios avisos), cumpliendo con las normas de convivencia, organización y funcionamiento del centro (NCOF), le indica que entregue el móvil en jefatura de estudios, tal como se establece en gran parte de los centros educativos para que, después, los padres o tutores legales vayan a recogerlo. También, dependiendo de lo acordado en cada centro, puede ocurrir que se entregue al alumn@ al finalizar las clases. El alumno  se niega en rotundo y comienza a mostrar una actitud disruptiva con gritos, insultos… Finalmente se consigue que lo entregue en jefatura de estudios pero rápidamente sale del centro saltando la valla del mismo. Tras unos 15´ vuelve  con su madre quien indica que le devuelvan el móvil a su hijo inmediatamente o procederá a denunciar al equipo directivo y a la profesora implicada. El alumno está totalmente fuera de sí, en estado de gran ansiedad y violencia. La madre,  con su actitud, desautoriza por completo al profesorado, no acepta las normas acordadas por el Consejo Escolar (donde hay representantes de toda la comunidad educativa)  y da un poder que no corresponde a su hijo. Si hay unas normas de centro donde queda claramente establecido que no se puede utilizar el móvil en ningún espacio, ¿por qué la gran mayoría de alumn@s siguen llevando el móvil y lo utilizan en clase de continuo?

¿Alguien cree que con el móvil siempre encima van a estar centrados en su vida real,  en sus estudios y en el aprendizaje? 

Las interrupciones por este aspecto y otros son constantes, resultando muy complicado poder desarrollar el trabajo en muchos grupos.

La gran mayoría de padres-madres y adultos en general no son conscientes de cómo se dispersan y se distraen sus hij@s o alumnos con las pantallas (además de acceder a contenido totalmente inapropiado por edad). Tampoco son conscientes del gran número de horas que están con el móvil (cada vez más), restándolo del tiempo de vida real y de su descanso.

¿Qué hacen niñ@s y jóvenes utilizando el móvil y las redes sociales a todas horas sin tener aún criterio y madurez?

¿Cuáles son las consecuencias del uso excesivo de pantallas accediendo a todo tipo de contenidos inapropiados por edad?

El uso de pantallas a una edad temprana y en exceso potencia enormemente el déficit de atención,  lo cual vemos en cada vez más niños y adolescentes (es una de las consecuencias que fácilmente podemos apreciar alrededor).

Niñ@s y adolescentes cada vez tiene más problemas de comunicación, expresión, sociabilización… Se multiplica la dispersión, el descentramiento, el déficit de atención. Muchos no leen nada, no muestran ningún interés por el aprendizaje, no saben jugar sin máquinas, no son capaces de disfrutar de casi nada… 

Todo ello consecuencia directa de la adicción que tienen al móvil, redes sociales y pantallas en general. 

CASO REAL 10

Padre paseando con su hija de unos 4 años y su mascota

Voy caminando por la calle y, de repente, el frenazo de un coche y un fuerte pitido hace que me gire. El conductor del vehículo comienza a llamar de todo al padre de la niña quien, según indica, iba paseando mirando tranquilamente el móvil mientras la niña y el perro iban correteando y jugando por la acera pero, en un momento, se bajaron de ella y el conductor tuvo que frenar en seco para no atropellarles. Lo lógico y natural sería que el padre (o quien fuese) caminase sin el móvil, pendiente de su hija y mascota, disfrutando del paseo con ellos.

Es muy llamativo ver cada vez más casos de personas caminando por la calle con el dispositivo en la mano sin despegar la mirada ni un solo segundo. Una cosa es utilizar el móvil por la calle de manera puntual o para atender una llamada urgente… pero, ¿realmente es necesario ir siempre pegados a la pantalla hasta paseando en la calle? Hay personas que siempre van así, a todas horas del día y en cualquier lugar.

Es realmente peligroso utilizar las pantallas de esta manera, y más aún con niñ@s y mascotas, además de perdernos por completo la vida real. Muchos adultos y cada vez más pequeños y jóvenes viven pegados a las pantallas día y noche.

Las pantallas pueden aportarnos mucho, siempre y cuando se utilicen de manera consciente. Es por ello que hay que educar en el uso adecuado de las mismas pues ya hay un elevado porcentaje de la población adicto a ellas sin darse cuenta de sus consecuencias.

Lo relacionado con dicha temática lo trabajamos en el CURSO 4 SESIONES DE PREVENCIÓN ADICCIONES TECNOLÓGICAS  (y adicciones en general). En sesiones individuales o taller grupal. Contenidos:

-1. Problemática actual en adultos, niñ@s y adolescentes.

-2. Estudio de casos reales y pruebas científicas al respecto.

-3. Cómo utilizar las pantallas de manera consciente y positiva. Pautas. 

-4. Orientaciones para el uso progresivo de pantallas (por tramos de edad); adquiriendo un criterio de selección de información adecuado y en límite horario.

-5. Reduciendo el riesgo de adicción al mínimo a través de actividades saludables.

 

 

 

Necesidades vitales de los niñ@s

Buscando el bienestar de los pequeños y adolescentes así como una mejora de la convivencia familiar es fundamental que las necesidades vitales de los niñ@s se transmitan de forma responsable, madura y armónica (desde los primeros años). Destacamos:

Sentirse queridos, cuidados y protegidos de manera equilibrada (sin caer en la educación permisiva ni en el opuesto,  las carencias afectivas). La educación permisiva (consentidora de todo, a demanda todo el tiempo) potencia niños y adolescentes tiranos, egoístas y narcisistas (siempre van a querer salirse con la suya de manera brusca, incluso agresiva. Se consideran el centro absoluto de todo, la tiranía es el eje de sus acciones,  desvalorando por completo al resto y a tod@s quienes no digan o hagan lo que ellos quieran) y las carencias afectivas fomentan pequeños y adolescentes inseguros, llenos de miedos, con gran falta de autoestima, falta de confianza en sí mismos… (explicado a grandes rasgos). 

Respeto absoluto entre los progenitores, cuidadores o tutores legales (independientemente de que convivan en la misma casa o estén separados). Oír hablar mal del padre o la madre (criticarse), las peleas, los gritos… hacen un daño terrible en los pequeños.

Los asuntos de pareja son de la pareja y nunca debieran volcarse sobre los hij@s. Priorizar su bienestar por encima del individual es fundamental.

-Aunque hay diferencias, desencuentros… ambas partes han de hacer que el respeto y la armonía familiar sean el eje fundamental de la convivencia. Nunca hablar mal del otro pues hace gran daño a los menores. Y, cuando nos equivocamos (lo cual es normal, pues nadie somos perfectos), podemos hablarlo y disculparnos (buscar puntos de cordialidad, como mínimo).

En más ocasiones de las deseadas se utiliza a los hij@s en beneficio propio en las separaciones. Gran error. Sufren muchísimo cuando se sienten utilizados como moneda de cambio entre sus padres (inmersos en grandes peleas en numerosas ocasiones).

Tener normas y límites les ayuda a llevar un orden de vida sano y coherente. Necesitan ser orientados hasta desarrollar un criterio propio maduro como adultos. Niñ@s y adolescentes aún no tienen suficiente experiencia de vida (aunque creamos o crean que sí). El criterio se desarrolla progresivamente con los años (si bien, hay bastantes adultos que aún en edades avanzadas muestran gran inmadurez, propia de adolescentes).

Trabajar aspectos relacionados con el autocuidado (físico, mental, emocional y social) va a hacer que crezcan con una autoestima en equilibrio, más íntegros y felices.

Procurar vivir en valores lo máximo posible.

-Desarrollar hábitos saludables.

-Alimentación lo más natural y equilibrada posible (evitar el exceso de dulces con azúcar refinada y los alimentos procesados. Se puede consumir muy puntualmente pero en exceso, como suele ocurrir, provoca hiperactividad, déficit de atención, ansiedad, alteración del funcionamiento cerebral, enfermedades …). Es muy común ver en las cafeterías de los centros educativos y en las propias casas grandes cantidades de chucherías, bollería industrial, bolsas de todo tipo… Niñ@s y adolescentes (también algunos adultos) lo consumen de forma abusiva, a diario, repercutiendo directamente en su salud física y mental.

Practicar deporte (en beneficio de la salud integral: cuerpo-mente).

Pasar el máximo tiempo posible en la naturaleza.

Potenciar el ámbito artístico y la creatividad.

Desarrollar el aprendizaje y los conocimientos.

Retrasar el uso de pantallas lo máximo en estas edades. A ser posible, evitarlo. No hay necesidad de correr al respecto. Ya habrá tiempo más adelante. Una vez más insistimos: las pantallas son maravillosas siempre que se utilicen en uso consciente y adecuado, a una edad apropiada, desarrollando un criterio en la selección de contenidos y en horario reducido.

Estas son algunas de las necesidades vitales de los más pequeños. Si se trabaja desde la infancia va a marcar una gran diferencia en la convivencia familiar, así como en la escuela y a nivel social, favoreciendo las relaciones armónicas.

Mindfulness para conocernos

Cuando vivimos en piloto automático (de manera inconsciente) pasamos por la vida sin casi darnos cuenta de nada interno ni externo. Actuamos en sintonía con la ansiedad, el estrés, la preocupación, el malestar, la queja, la crítica… estados que la gran mayoría conocemos.

Las prácticas educativas de Mindfulness nos ayudan a parar, a serenar y a vivir en atención plena (de manera consciente). Lo cual no es siempre sencillo pues desde pequeños somos condicionados a vivir hacia fuera, en base a lo externo y en piloto automático.

Mindfulness (Atención Plena) nos facilita espacios de introspección donde, poco a poco, nos vamos escuchando, conociendo y comprendiendo más.

Cargamos con muchísimos condicionamientos, creemos conocernos y, lo cierto y verdad es que pocas veces es así.

Hay que dedicar tiempo a estar con nosotr@s (a solas) para empezar a conocernos en profundidad y descubrir nuestras potencialidades. Tod@s tenemos virtudes maravillosas y otros aspectos a trabajar.

Al parar y escuchar en nuestro interior descubrimos todas las partes que somos. Aprendemos a querernos más, a cuidarnos y protegernos. Reconocemos nuestras acciones y reacciones inconscientes y desarrollamos mayor comprensión y compasión. Al comprendernos y aceptarnos más vamos a comprender y aceptar mejor las acciones y reacciones inconscientes de los demás.

El autoconocimiento es fundamental para la mejora de la relación individual, para sentirnos más felices en nuestra presencia y conocer y comprender  a las personas de nuestro entorno.

La importancia de la educación creativa en la Educación Consciente

Un eje fundamental a trabajar en la Educación Consciente es la educación creativa. Tan fundamental en la educación de niñ@s y adolescentes, y tan 
menospreciada por parte del mundo adulto. Sin creatividad no hay VIDA, no hay profundidad, no hay expresividad, no hay corazón… Y, así podemos ver alrededor, cada vez más racionalidad, más frialdad, más deshumanización.

Todo tiene su sentido y utilidad. Se observa exceso de racionalidad y carencia de corazón.

Necesario hallar el equilibrio mente-corazón. Las materias científico-tecnológicas son importantes y muy necesarias, sin duda. Del mismo modo lo son las materias de letras y las artísticas, así como las de actividad física. 

Todas son importantes por igual y debieran impartirse en un horario lectivo más equilibrado (especialmente durante las etapas de infantil, primaria y secundaria).

Trabajar mente y razón es fundamental, trabajar arte y creatividad, también lo es. Trabajar la salud, el cuidado del cuerpo, la alimentación, la educación emocional y esencial, la educación en valores… 

Es vital encontrar el equilibrio mente-cuerpo-corazón.

En el punto medio, como en todo, está la sabiduría.

Aprender a Vivir en Creatividad y Belleza hace que vivamos más
armónicos y felices. En mayor motivación, plenitud, con un sentido.

Se fomenta (casi en exclusividad) aquello que se considera “útil” asociado a lo que es productivo, lo que genera dinero (cuanto más, mejor). Esto nos está alejando más y más… de la verdad, de la felicidad, la paz, del corazón, del VIVIR con mayúsculas… Hay que ser productivos es el «valor» casi único actual. Es el mensaje que constantemente el mundo adulto transmite a niñ@s y adolescentes.

Claro que el dinero es necesario, más aún como está todo diseñado. Tener estabilidad económica facilita bastante la vida como bien todos sabemos. Buscar una buena posición económica es importante para vivir más tranquilos. Pero, una vez más, en su justa medida. Para qué ansiar más y más y más… perdiéndonos la vida.

Trabajar la educación creativa desde la etapa infantil a la edad adulta es vital  para el desarrollo del cerebro en equilibrio y la formación de seres humanos conscientes. En definitiva; más plenos, íntegros, coherentes y más felices.

¿Qué materias hay que impartir en la formación de seres humanos plenos, íntegros y en más equilibrio?

El sistema educativo formal-tradicional dedica la mayor parte del tiempo y energía a desarrollar la competencia intelectual a través de los contenidos a impartir según legislación vigente (aspecto que ya hemos indicado en anteriores artículos).

Frente a la cooperación, generalmente se difunde una competitividad exagerada entre los niñ@s y jóvenes provocando, en muchas ocasiones, enormes presiones e incluso enfrentamientos.

La Educación Consciente potencia la cooperación y da valor a la totalidad del conjunto de materias sin priorizar unas sobre otras pues cada una desarrolla una parte del cerebro y unas habilidades-cualidades diferentes. El aprendizaje de todas ellas por igual, especialmente durante las etapas de infantil, primaria y secundaria, es fundamental.

Cuando se fomentan (como se hace) unas como las útiles y otras como materias de rango inferior, se inculca a los alumn@s (y familias) una idea totalmente errónea. Desde los primeros años de vida y hasta la adolescencia (como mínimo) es primordial trabajar todas y cada una de las materias para la formación de seres humanos completos, más íntegros y en equilibrio.

Lo que se está haciendo es fomentar en exceso toda la parte racional y tecnológica en detrimento de todo lo que es artístico, creativo y de actividad física. Cada materia es igualmente necesaria para la formación del cerebro en equilibrio y del ser humano íntegro. Si no, se produce un desequilibrio (lo cual lleva tiempo ocurriendo).

Además de trabajar una parte del tiempo todas las materias por igual, es muy importante ir descubriendo las potencialidades propias de cada niñ@ (y, después, de cada adolescente) facilitando que puedan desarrollar esas habilidades especiales propias de cada ser (teniendo en cuenta el ritmo de aprendizaje propio individual así como las necesidades particulares). Cuando dichas potencialidades están  relacionadas con el área racional (materias como matemáticas, ciencias, tecnología, informática…) lo tienen más fácil pues tal como está establecido el sistema educativo es lo que más se potencia ( en la mayoría de casos). No sucede lo mismo con las materias artísticas o de educación física que se imparten en un número de horas menor y en algunos cursos ni siquiera todos los alumn@s las cursan (por ser materias optativas).

Hay un desequilibrio en el reparto de horas entre las materias científico- tecnológicas y las de rama artística o actividad física (salvo excepciones puntuales, en centros muy específicos). Además, muchas de las materias artísticas (pese a estar establecidas de manera legislativa) no llegan a impartirse (y en ocasiones ni se ofertan) con la excusa incierta de que no hay profesorado disponible para ello (lo que ocurre es que al pedir el cupo de profesorado por curso en más ocasiones de las que se debiera no se hace de manera coherente, justa y equilibrada).

En la Educación Consciente se trabajan todas las materias por igual (materias de humanidades, ciencias sociales e idiomas, materias artísticas y creativas, materias científico-tecnológicas y materias de educación física). Como venimos diciendo, sabemos que cada una de ellas desarrolla una parte del cerebro así como diferentes habilidades-cualidades. Todas son vitales para el desarrollo de un cerebro en equilibrio (hemisferio derecho e izquierdo).

Insistimos que La EDUCACIÓN CONSCIENTE tiene por objetivo principal el potenciar seres humanos íntegros, plenos, más conscientes y coherentes focalizándonos en 5 ejes de competencias fundamentales:

1-La competencia fisiológica (alimentación más natural y equilibrada, cuidado del cuerpo físico, el deporte saludable…)
2-La competencia emocional (autoestima, autocuidado, autogestión…)
3-La competencia esencial (aprender a conectar con nuestra esencia para vivir desde nuestra mejor versión. Se trabaja el autoconocimiento, mindfulness…) 
4-La competencia creativa (se fomenta la creatividad y expresividad en los diferentes apartados de la vida así como en el ámbito artístico…)
5-La competencia intelectual (contenidos intelectuales a través de todas las materias)

La educación emocional y esencial, la educación en valores y la educación creativa son ejes fundamentales dentro de la Educación Consciente.

La importancia del Autocuidado

Dentro de la Educación Consciente ponemos el foco en trabajar el autocuidado (físico, mental, emocional y social)

-Cómo podemos atendernos y cuidarnos. Por ejemplo: cuidamos más nuestra alimentación, tratando de comer variado, equilibrado y lo más natural posible. Hacemos un poco de deporte y estiramientos para fortalecer nuestro cuerpo, principalmente con el objetivo de cuidar nuestra salud. Ponemos también atención en pensar de una manera más sana, positiva y en coherencia. Observamos nuestras emociones, aceptándolas y aprendiendo a gestionarlas. Damos importancia a nuestra formación: siempre podemos aprender cosas nuevas. Muy importante, también, elegir relaciones sanas que nos aporten en positivo.

-Es fundamental observar qué clase de pensamientos y palabras  emitimos pues, sin darnos cuenta, conforman nuestra vida y cómo nos sentimos en cada momento.

-Literalmente envenena el interior:

La crítica

La envidia

El resentimiento (odio…)

Los pensamientos negativos

-Podemos aprender a reeducar la mente para pensar, hablar y vivir de manera más consciente, coherente y en equilibrio mejorando con ello nuestra calidad de vida y bienestar.

Mindfulness para vivir más conscientes y mejorar la convivencia

MINDFULNESS es VIVIR EN ATENCIÓN PLENA: más conscientes, más atentos, en más paz, calma y serenidad, sintiendo mayor centramiento y equilibrio.

-Salimos del piloto automático (de las reacciones inconscientes que nos llevan al descontrol y al desbordamiento en numerosas ocasiones) aprendiendo a vivir más atentos, más despacio, en más calma.

-Las prácticas educativas de atención plena nos ayudan a vivir más conscientemente, en conexión con nuestra esencia. Aprendemos a estar más serenos y felices, disfrutando de lo cotidiano y sencillo. Descubrimos la grandiosidad en las pequeñas cosas de la vida.

-Vivimos en el momento presente: aquí y ahora, segundo a segundo.

Si trabajamos el autocuidado, el autoconocimiento y el mindfulness, vamos a ir aprendiendo a vivir de manera más consciente. Recordamos que:

  • VIVIR EN PILOTO AUTOMÁTICO (INCONSCIENTEMENTE) conlleva:

Grandes problemas de convivencia: discusiones continuas, luchas de egos para llevar la razón, rabia, enfado, ira, pensamientos negativos, dramatización, exageración, desmotivación, descontrol emocional, tristeza, miedos, preocupación, depresión, estrés, ansiedad…

  • VIVIR EN ESENCIA (CONSCIENTEMENTE) potencia:

Vivir en más paz, calma y serenidad, evitando luchas de egos dañinas e innecesarias. Mayor empatía, comprensión (hacia uno y hacia los demás). Saber parar justo a tiempo evitando caer en fuertes discusiones. Mayor coherencia, equilibrio, armonía, ilusión, motivación, entusiasmo… todo lo cual ayuda a mejorar la convivencia.

Descubrimos nuestra zona de influencia; lo que sí podemos gestionar y lo diferenciamos de los momentos, situaciones y pruebas de la vida que se escapan absolutamente a nuestro control. Ahí únicamente podemos desarrollar la comprensión, aceptación consciente y compasión (hacia nosotr@s y los demás).