Autoestima, Autocuidado y Autoconocimiento
La enseñanza y la educación a nivel profesional han formado parte de mi vida desde muy joven…
En la etapa adolescente comencé a dar mis primeras clases. Contaba con 20 años cuando inicié mi trabajo como profesora en la escuela municipal de música de mi pueblo. Allí trabajé con niños de diferentes edades durante varios años. Fue una experiencia maravillosa. Alumnos encantadores, con gran educación y respeto, de los cuales conservo un grato recuerdo e inmenso cariño (así como de los compañer@s).
También muy joven comencé a impartir clases como profesora en enseñanza secundaria. Un detalle a destacar es que los alumnos no tenían móvil. Tampoco se veían aún muchos ordenadores en los centros. Por lo general existía gran respeto a la figura del profesor. Los libros de texto y cuadernos eran las principales herramientas de trabajo. Contábamos con algunos alumnos problemáticos y familias desestructuradas si bien, en mi experiencia, eran muy pocos los casos.
En los casi 20 años que han pasado desde el inicio de la etapa en secundaria, todo ha dado un giro brutal. Muchas cosas, para bien y, en otros aspectos, no tanto.
A la par que iba desarrollando el trabajo como profesora de enseñanza secundaria (tuve que dejar el trabajo en la escuela municipal por incompatibilidad), emprendí un profundo trabajo de autoconocimiento, autocuidado y educación consciente a través de diferentes formaciones y experimentando en primera persona. Estudios, formación, prácticas y vivencias realmente útiles para mi vida personal y profesional. Aunando la enseñanza, la mediación con alumnos y familias, situaciones personales… he podido ir ampliando experiencia de manera práctica y vivencial.
Dentro del ámbito docente y educativo he ido observando aspectos que no se están teniendo suficientemente en cuenta a la hora de educar y enseñar y son fundamentales para la formación de seres humanos íntegros, plenos, conscientes y en más equilibrio. Para ello es primordial trabajar una EDUCACIÓN CONSCIENTE a través de:
LA EDUCACIÓN EMOCIONAL – ESENCIAL y LA EDUCACIÓN EN VALORES
Muy importante trabajar la AUTOESTIMA EQUILIBRADA. En la mayoría de ocasiones hay una falta enorme de autoestima o un exceso (cuando se vive muy desde el ego, narcisismo…). APRENDER A SALIR DE LOS PATRONES DE RELACIONES TÓXICAS Y DEPENDENCIA EMOCIONAL pues nos hacen vivir con apegos dañinos y exagerados (puede haber gran dependencia emocional hacia la pareja, hijos, padres, hermanos, amigos, situaciones…).
Querer y ser queridos, claro que sí, pero de manera sana y en equilibrio.
Potenciamos el AUTOCUIDADO: físico, mental, emocional y social.
Poniendo el énfasis en el AUTOCONOCIMIENTO. Pasar tiempo a solas. Crear espacios cada día (al menos 30´) para mirar hacia dentro (desconectando y relajando). Dejar todas las distracciones externas centrándonos en nosotros, en silencio. El Autoconocimiento es el pilar, la base desde donde podemos conocernos, querernos y cuidarnos, aprendiendo a vivir más conscientes. Si mejoramos la relación con nosotros nos vamos a sentir mucho mejor. Aprender a conocernos, cuidarnos y querernos bien es fundamental para el bienestar individual y colectivo.
Creamos momentos de INTROSPECCIÓN donde poco a poco, paso a paso, vamos a ir escuchándonos, conociéndonos más a fondo, facilitando el conectar con nuestra verdadera naturaleza, la esencia que somos, nuestra parte más auténtica y maravillosa. Es primordial para vivir más conscientes, en conexión con nuestro verdadero sentir. Encontrar el sentido de la vida, nuestras motivaciones, pasión o pasiones… viviendo más en paz y felicidad.
APRENDER A ESTAR FELICES A SOLAS. Disfrutar de nuestra presencia. Al principio puede resultar complicado para la mayoría pues no se nos educa en ello pero se puede aprender a través de la práctica. Con quien siempre seguro vamos a estar en esta vida es con nosotros. El resto (personas, animales, cosas…) pueden estar o no. Desde que nacemos hasta que morimos, cien por cien lo vamos a pasar en nuestra propia compañía. De ahí la importancia de aprender a querernos y sentirnos felices en nuestra presencia.
Por supuesto que igualmente importantes son los momentos de compartir, las relaciones familiares, amistades… hallar un equilibrio entre momentos de introspección (momentos a solas) y momentos de compartir. Lo ideal: 50% introspección a solas (tiempo para conocernos y cuidarnos más y mejor) – 50% compartir. Al menos dedicar un tiempo cada día a estar a solas para conocernos más, cuidarnos, relajarnos… (mínimo 30´). En la actualidad se vive demasiado hacia fuera, por lo que suele haber exceso de compañía externa (salvo excepciones) y carencia de momentos de introspección. Esto es una de las causas que está provocando un gran desequilibrio (a nivel individual y colectivo). Si no pasamos una parte del tiempo a solas, ¿cómo nos conocemos? Y si no nos conocemos, caminamos por la vida como autómatas, actuando de manera mecánica (en piloto automático). Nuestras decisiones y actitudes entonces son inconscientes; generando luchas de egos, conflictos y desarmonía en nosotros y alrededor…
Paramos a escucharnos, a observarnos y así, a nuestro ritmo, vamos conociéndonos más y más. No siempre va a ser sencillo, pues hay que ir reconociendo partes de nosotros maravillosas y otras no tanto (lo que suele denominarse reconocer nuestras luces y sombras). Comprendernos, aceptando todo lo que hay en nuestro interior, resulta ser tremendamente liberador (también lo que a priori no nos agrada y no querríamos ser pero que somos también). Nos serena y da más paz. Al aceptar el «pack completo» (luces y sombras en mí) voy a poder aceptar mucho más el «pack completo de los demás», lo cual va a favorecer nuestras relaciones. Valoro lo bello y bonito, en mí y en los demás.
Técnicas y prácticas de MINDFULNESS (Atención Plena en cada acción del día a día) y MEDITACIÓN son herramientas realmente útiles en este proceso de Autoconocimiento, reconexión y mayor centramiento.
Vamos a ir desarrollando el Autoconocimiento, aprendiendo a vivir más conscientes, en mayor paz. Como decía anteriormente, pilar base desde el cual vamos a poder construir más positivamente el resto de apartados.
La vida, como bien todos sabemos, tiene momentos realmente bellos y extraordinarios y otros que no son así y pueden incluso llegar a ser verdaderamente complicados. Si el pilar de la Autoestima, Autocuidado y Autoconocimiento es fuerte y firme en nosotros, nos va a ayudar enormemente. Es nuestro refugio donde coger fuerzas y valentía. Cuanto más trabajemos este pilar, más fuerza interior vamos a desarrollar. Aprendemos a agradecer y valorar todo lo bonito que hay y llega a nuestra vida y sabemos dónde recargarnos cuando lo necesitamos. La aceptación total de aquellas pruebas o situaciones que escapan a nuestro control nos va a ayudar a sentir mayor paz, calma y serenidad.
Vivir en valores, la mejora de la convivencia y la prevención de adicciones son aspectos que también vamos a priorizar.
Recomendación:
-Canal: Meditación 3
(Encontraréis muchos y variados vídeos para conectar con el refugio interior, afirmaciones positivas… Seleccionar aquéllos con los cuales cada uno resuene. Lo ideal, después, es estar al menos unos minutos en total silencio, a solas, sin distracciones. Escucharnos, observarnos, sin juicios. Aceptar sea lo que sea que sintamos. Y siempre, siempre, querernos y cuidarnos. Poco a poco, paso a paso. Podéis ver algunos ejemplos en la Zona Audiovisual).

Mejora de la Convivencia
Todo en nuestra vida parte de la relación que tenemos con nosotr@s.
Podemos distinguir diferentes tipos:
- Cómo me relaciono conmigo
- Convivencia en pareja
- Convivencia familiar con diferentes miembros (padres-hijos/ abuelos-nietos/ entre hermanos/ tíos y sobrinos …)
- Convivencia grupal (por ejemplo; en un piso de estudiantes, en un centro de estudios, en un centro de trabajo, en una formación específica durante un tiempo, en un viaje…)
Estos serían los modelos base de convivencia (si bien, pueden encontrarse más casos).
Aprender a vivir con nosotros es muy beneficioso. Únicamente es cuestión de tiempo, paciencia, constancia y práctica. En los espacios de soledad es donde realmente me conozco y puedo aprender a quererme, a cuidarme, a ser más autónomo, más libre de apegos… gano en confianza, en seguridad, descubro cosas nuevas en mí, aprendo a llenarme y disfrutar en mi presencia… Fundamental en el camino de introspección. Es muy recomendable dedicar un tiempo al autoconocimiento, a la introspección y al autocuidado, salvo casos excepcionales en el que pueda haber una problemática seria (física o mental) y no sea factible (ni aconsejable). Dedicarnos un mínimo de 30´ al día para estar a solas, donde conocernos más, querernos y cuidarnos.
En los momentos de introspección vamos a pasar por fases de todo tipo. A veces podemos sentirnos muy felices en nuestra presencia y otras pueden entrar ganas de salir corriendo, evadirnos. Lo cual es normal y natural.
Cuando lo vamos trabajando, poco a poco (para unas personas puede resultar más sencillo que para otras, dependiendo de los condicionamientos, miedos internos…), nos vamos dando cuenta de muchas cosas; nuevos aprendizajes, tomas de conciencia… vamos a ir comprendiendo y rearmonizando, a nuestro propio ritmo.
Lo normal es pasar por rachas de conexión, rachas de revolturas, rachas de confianza, rachas de inseguridad… y todo el lote completo de emociones y sensaciones. Si bien, lo natural es, progresivamente, ir armonizando todo ello y sintiéndonos cada vez mejor (si no ocurriese esto después de un tiempo considerable, habría que estudiar y trabajar el caso concreto y buscar ayuda si fuera necesario. Saldríamos del trabajo educativo (que nos compete) y podría ser fundamental pasar a una fase más enfocada a terapia (con expertos especializados para el caso concreto; terapeutas, psicólogos… lo cual no es ámbito de nuestro trabajo educativo y preventivo).
Trabajar y equilibrar el estar feliz con uno mism@ es primordial para que el resto de convivencias puedan fluir de manera más armónica en nuestra vida. Si bien, la convivencia no depende únicamente de uno sino de todas las partes.
Resulta muy complicado que una relación de pareja fluya si a nivel individual uno o ambos miembros no están bien. Cuando no estamos en equilibrio y hay carencias en nuestro interior que no hemos aprendido a llenarnos nosotros mismos, vamos a buscar que la pareja nos cubra esas necesidades. Esto es un acto muy inconsciente y egoísta. Los reproches entonces se convierten en la norma.
Es realmente difícil que la relación padres-hijos… sea positiva si uno o varios de sus miembros están mal (desconectados, descentrados, ansiosos, preocupados…). A veces hay un exceso de apego dañino (especialmente con la pareja o entre padres/madres e hijos/as).
Prácticamente imposible que cualquier relación grupal salga adelante sin la base individual en equilibrio de la que estamos hablando. También es imprescindible el respeto absoluto y los valores, con uno mismo y hacia los demás.
Una vez que a nivel individual nos sentimos más armónicos, en más equilibrio (no hay por qué aspirar a la perfección, sino a una mejoría progresiva), entonces podemos trabajar la convivencia en pareja. Una vez que la convivencia en pareja se ha rearmonizado (al menos en parte), sí se puede ir trabajando la mejora de la convivencia familiar y grupal.
En un trabajo educativo, en este sentido, lo ideal es primero trabajar a nivel individual pero, también, se puede aunar el trabajo individual con el trabajo en pareja, el individual con el familiar y el individual con el grupal. Pero siempre partiendo de la base, la armonización individual.
En los últimos tiempos, los conflictos en colegios e institutos, se están multiplicando (resultando ser cada vez más complicado poder desempeñar las funciones de enseñanza que compete a los profesores, a priori).
La educación ha de inculcarse, principalmente, en casa, en la familia. Los padres ( y familiares) son los referentes principales (especialmente en los primeros años de vida de los niños/as). Observamos una pérdida de valores, faltas de respeto generalizadas, graves problemas en la convivencia de pareja, familia… lo cual, después, se lleva a las aulas.
Todo padre-madre-tutor/a-profesor-educador y adulto hemos de preguntarnos:
¿Qué modelo de adulto estoy siendo para los niños/niñas y nuestros jóvenes?
La mayoría de problemas parten de lo que ocurre y se inculca en casa. Las familias desestructuradas se están multiplicando, enormes discusiones entre los padres (y/o familiares), faltas de respeto entre ellos brutales, gran pérdida de valores… lo cual después proyectan muchos niños y jóvenes en las aulas… ocasionando duras situaciones conflictivas. En muchas familias los niños y niñas están siendo «educados» casi únicamente por los abuelos y/o «las máquinas» (móviles, ordenadores, TV…) pues muchos son los padres y madres que están eludiendo sus responsabilidades y funciones como educadores principales. Igualmente está ocurriendo que muchos profesores tampoco están asumiendo lo que a ellos corresponde. Cada vez son más los padres-madres y profesores que van de colegas, dejando a los más pequeños sin referentes de educación, valores, respeto y coherencia. Padres, educadores y profesores hemos de asumir la responsabilidad educativa que a cada cual nos corresponde.
Es fundamental trabajar la convivencia (en sus diferentes apartados) y que los adultos asumamos la responsabilidad que a cada uno nos compete.

Prevención de Adicciones Tecnológicas
He investigado durante bastante tiempo al respecto y no es sencillo encontrar información en este sentido a día de hoy. Terapeutas, psicólogos y psiquiatras se están encontrando cada vez más pacientes con esta problemática. Sí se está trabajando el tema en cuanto a intervención (cuando la adicción ya es muy significativa). Pero, en cuanto a PREVENCIÓN (educación en el uso adecuado y coherente de las nuevas tecnologías para evitar males mayores), se ha hecho poco al respecto hasta la fecha. De hecho, es un tema que en los últimos años ha pasado bastante desapercibido y no es hasta recientemente que se está empezando a hablar de ello. Creo, en parte, por ser algo que ha llegado de manera muy sutil y acelerada (e impuesta, casi sin elección) y, por otro lado, porque estamos todos mirando en otra dirección (pues somos los adultos los primeros que hemos normalizado aspectos relacionados con las nuevas tecnologías, que realmente no son normales o, como mínimo, nada convenientes de la manera tan adictiva en que se están utilizando, por las consecuencias que conllevan).
Tanto padres como profesores (y adultos en general) miramos hacia otro lado ante un problema cada vez más preocupante, las adicciones tecnológicas. Por supuesto que las nuevas tecnologías son herramientas maravillosas y que nos facilitan la vida en muchos aspectos. Si bien, cuando son utilizadas con coherencia, uso adecuado y sentido de utilidad real (lo cual no es lo que está pasando). Hay un exceso en su uso y no con fin beneficioso, en muchos casos (tanto en niños y adolescentes como en adultos).
Voy a poner varios ejemplos reales que nos ayuden a ser más conscientes de qué está pasando y cómo estamos siendo consentidores.
-El año pasado en clase, a primera hora ( 8:40 h aproximadamente), un alumno se queda totalmente dormido sobre su mesa (edad: 12 años- 1º ESO). Me acerco a él y se despierta sobresaltado. Le pregunto a qué hora se fue a la cama y me dijo que a las 4 de la mañana. Le pregunté por qué y me dijo, como si nada, que estuvo jugando hasta esa hora con la play y hablando por whatsapp con sus amigos (como hacía la mayoría de noches). Esto que puede parecer algo puntual y anecdótico de un caso concreto, doy fe de que es mucho más común de lo que parece. Llamé a la casa y la madre dijo que no se lo podía creer. Ella daba por sentado que cuando su hijo se metía en la habitación después de cenar era para dormir.
No dudo de que la madre realmente pensase eso si bien, pregunto: ¿es realmente necesario que un niño/a de 12 años tenga móvil y más aún a libre disposición, incluido por las noches? ¿Qué hace un niño/a de 12 años con la play, móvil, ordenador, televisión… en su habitación por las noches? (Digo 12 años, pero como bien sabemos todos, lo ya habitual y normal es regalar el móvil en la comunión (9 años), con acceso libre a internet, a libre disposición, día y noche, sin supervisión ni control en la mayoría de casos).
Todos necesitamos descansar y dormir para rendir al día siguiente. Es imposible que un niño-a pueda concentrarse en clase, en sus estudios… y vivir centrado, sin el descanso adecuado y con tantas distracciones alrededor.
–Otro ejemplo es el de tres alumnas encantadoras, de primero de bachillerato. Alumnas muy educadas y respetuosas (lo cual es de agradecer, pues esto se echa cada vez más de menos en los últimos tiempos). Me confesaron cómo se sentían totalmente adictas al móvil y a algunas series.
Todas ellas se iban a la cama los días de diario entre las 2-3 de la mañana, viendo sus series favoritas (la mayoría bastante cuestionables para esa edad) y escribiendo por whatsapp. Reconocían que varios cursos han estado a punto de repetir porque no estudiaban casi nada y se pasaban toda la tarde y parte de la noche, con el móvil, ordenador y televisión. Iban pasando de curso por los pelos en la recta final de las recuperaciones. Conscientes de que sus resultados académicos eran muy inferiores a lo que podrían ser porque no dedicaban casi nada de tiempo a sus estudios. Se les iban las horas con “las máquinas”. Su móvil era una extensión de ellas del cual no podían despegarse ni siquiera al dormir (lo dejaban encendido, debajo de la almohada. Muchas noches se despertaban varias veces mientras dormían porque recibían notificaciones de amigos/as…).
¿Nos suena esto a los adultos?, ¿Es normal para nosotros dormir con el móvil encendido debajo de la almohada o al lado, en la mesilla?, ¿Realmente es necesario?, ¿Se puede conciliar así el sueño y tener un descanso profundo?, ¿Cuántas horas pasamos con el móvil y el ordenador?, ¿Podemos dedicar tiempo a vivir sin móvil y ordenador?
–Otro ejemplo que voy a compartir es el de tres niños (calculo entre 8-10 años máximo) con los que me encontré un día al salir de casa. Estaban en la urbanización, cada uno con su móvil (repito, niños entre 8-10 años, cada uno con su móvil). Entre ellos había risas y euforia. Hablaban en un tono alto y ni se percataron de mi presencia. Por los comentarios era obvio que estaban viendo vídeos de mujeres desnudas (decían frases del tipo: “mira qué culos”, “mira qué tetas”, “ si pudiera me la f……”). Ciertamente, al oírles no pude evitar sentir tristeza y preocupación. ¿Qué estamos haciendo los adultos?, me pregunté. ¿Qué está pasando?… ¡Sólo tienen 8-10 años!
No es que sea una parte a esconder la relacionada con la atracción hacia otras personas, para nada, no se trata de eso. Claro que hay que hablar de ello y tener en cuenta la parte sexual… pero hay que educar al respecto en equilibrio, coherencia y muy importante también, hacerlo cuando corresponde, a una edad apropiada.
Un niño/a con 8, 9, 10 años (incluso antes, a veces) no necesita móvil aún (para nada). Y especialmente no necesita ni es conveniente para él tener un móvil con acceso libre a internet (24 horas al día, a plena disposición, sin ningún control). Los niños han de jugar (sin máquinas, jugar de verdad), experimentar vivencias de niños/as (y no anticiparse tanto en vivencias de adultos). Si es necesario un móvil que sea sin internet. Es vital educar en este sentido. Primero a los adultos, después a niños y adolescentes. Jugar en espacios al aire libre (sin máquinas ni juguetes) fomenta su creatividad, autonomía… Hay juguetes educativos maravillosos, desde luego, y está bien utilizarlos (a veces) pero nada más maravilloso para los niños/as que disfrutar jugando en contacto con la Naturaleza, al aire libre o con «juguetes» creados por ellos con materiales de casa… Cada vez es más frecuente ver a niños en espacios exteriores; parques, playas, campos… todo el día pegados al móvil. ¡Estamos haciendo que pierdan su infancia! Años vitales para el desarrollo, después, de adolescentes y adultos centrados y en equilibrio.
Puedes ver más ejemplos de casos reales dentro del BLOG (categoría «Prevención de adicciones tecnológicas»).
Estamos potenciando las adicciones tecnológicas en nuestros niños-as y jóvenes, al igual que hacemos nosotros mismos.
Esto no es un juego, no es algo puntual, los casos van en aumento, con consecuencias graves (similares a adicciones de cocaína, alcohol…). Los adultos lo estamos consintiendo.
Por tanto, por sentir profundamente que algo hay que hacer al respecto, va a ser una parte muy importante de nuestro trabajo: en cuanto a concienciación del problema real que hay y prevención del mismo. Es fundamental una educación al respecto, especialmente durante la etapa de 0-14 años. Cuando con 14-16 años el problema ya es adictivo, habrá que recurrir a un especialista que trabaje en este sentido. Si bien, lo ideal y fundamental es trabajar la parte educativa y preventiva, para no tener que llegar a una intervención terapéutica y, por su puesto, los ADULTOS hemos de predicar con el ejemplo (haciendo un uso consciente del móvil, ordenador, redes sociales, TV… de manera responsable y coherente).
Me encanta pasear. El contacto con la naturaleza para mí es fundamental. Me ayuda a reconectar, a calmar y serenar. Me hace recordar lo que es la vida de verdad y que lo más maravilloso se encuentra en las pequeñas cosas, en lo sencillo. No deja de sorprenderme cuando paseo ver cómo la mayoría de niñ@s, adolescentes y adultos que van caminando cerca en ese momento, lo hacen con el móvil en la mano mirando de continuo a la pantalla; viendo vídeos, escribiendo… Algunos adultos caminan con sus mascotas o con sus niños, pero ajenos a ellos van únicamente pendientes del móvil… es realmente llamativo y, honestamente, lo siento muy preocupante, pues no están disfrutando del paseo, de la compañía. Están totalmente ajenos al mundo en el que están, evadidos, a todas horas, por “las pantallas”. Es perderse la vida, perderse el sentir natural y maravilloso del momento que vivimos, segundo a segundo, que está pasando y no va a volver jamás.
Aprendamos a VIVIR; más conscientes, más atentos, más centrados y conectados a lo verdaderamente importante. Nuevas tecnologías, claro que sí, pero en su justa medida (en equilibrio y uso adecuado). Hay que aprender a utilizarlas, en punto medio, en tiempos concretos, para cosas útiles y positivas… pues si no, nos perjudica enormemente, sin darnos cuenta. Un uso excesivo hace que nos perdamos lo maravilloso de la vida real… tal como ya está ocurriendo.

Vamos a trabajar la prevención de las adicciones tecnológicas (y adicciones en general) potenciando valores, hábitos y actividades saludables desde la infancia. Educando en el uso adecuado y responsable de las nuevas tecnologías, según cada etapa evolutiva (por tramos de edad).
Recomendación para ampliar información:
-Vídeo: “Somos adictos”, de la doctora Marián Rojas Estapé (en la zona audiovisual)

La Educación Creativa
Antes de dar información sobre este bloque concreto, es importante aclarar algunos aspectos:
El sistema educativo formal dedica la mayor parte del tiempo y energía a desarrollar la competencia intelectual (a través de los contenidos a impartir según legislación vigente en cada momento. Dichos contenidos suelen ser muy extensos. Frente a la cooperación, generalmente se difunde una competitividad exagerada entre los niños/as y jóvenes, provocando enormes presiones, abandono de estudios en otros (no siendo la única causa) y rivalidades dañinas entre ellos. Claro que es muy importante desarrollar la competencia intelectual a través de las diferentes materias (Por cierto, cada una de ellas desarrolla una parte del cerebro y unas habilidades diferentes. El aprendizaje de todas ellas por igual, especialmente durante la etapa de primaria y secundaria, es fundamental. Cuando se fomentan (como se hace) unas como las útiles y otras como materias de rango inferior, se inculca a los alumnos-as (y familias) una idea totalmente errónea. En los primeros años de vida de un niño/a y hasta la adolescencia, es primordial trabajar todas y cada una de las materias para la formación de seres humanos completos. Lo que se está haciendo es fomentar en exceso toda la parte racional y tecnológica en detrimento de todo lo que es artístico, creativo y de actividad física. Cada materia es igualmente necesaria para la formación del cerebro y del ser humano íntegro. Si no, se produce un desequilibrio (lo cual está ya ocurriendo). Además de trabajar una parte del tiempo cada una de las materias, es muy importante ir descubriendo las potencialidades propias de cada niño/a (y, después, de cada adolescente) facilitando que puedan desarrollar esas habilidades especiales. Cuando dichas potencialidades están relacionadas con el área racional (materias como matemáticas, ciencias, tecnología, informática…) lo tienen más fácil pues tal como está establecido el sistema educativo es lo que más se potencia. No sucede lo mismo en las materias artísticas o de educación física que, como mucho, se imparten (a día de hoy) un máximo de 2 horas a la semana (en el mejor de los casos) y en algunos cursos ni siquiera todos los alumnos/as las cursan (por ser materias optativas). Es totalmente insuficiente el número de horas dedicadas a la rama artística y de educación física. Además, muchas de estas materias (pese a estar establecidas de manera legislativa) no llegan a impartirse ( y en muchas ocasiones ni a ofertarse) con la excusa de que no hay profesorado disponible para ello. En la práctica, en muchos centros se suelen priorizar las materias científico-tecnológicas en detrimento de la rama artística y creativa.
Si bien es cierto que es importante el desarrollo de la competencia intelectual es muy necesario, más aún en los tiempos que vivimos, poner el foco de atención, también, en el resto de competencias. Las últimas leyes educativas sí hablan del desarrollo de algunas pero, a la hora de la verdad, resulta complicado de aplicar (principalmente por falta de tiempo). Los contenidos a trabajar en cada materia son muy extensos. Resulta casi imposible poder impartir todo y mucho menos queda tiempo para el desarrollo de otras competencias (se hace desde las tutorías, principalmente, a través del departamento de orientación de cada centro pero es insuficiente el tiempo dedicado. En la actualidad las situaciones conflictivas se están multiplicando (por una gran pérdida de valores, graves problemas de convivencia familiar…) y gran parte del día hay que dedicarlo a resolver dichos problemas, especialmente en muchos centros de enseñanza secundaria ( cada vez más se está observando también en primaria). Por lo tanto, los amplios temarios a desarrollar, unido a la gran cantidad de tiempo que hay que dedicar a resolver conflictos en el aula, no dejan lugar para trabajar otras competencias con profundidad. Hacerlo superficialmente es insuficiente si lo que queremos es potenciar seres humanos conscientes, en más equilibrio, plenos e íntegros.
La EDUCACIÓN CONSCIENTE tiene por objetivo principal el potenciar seres humanos en equilibrio y coherencia, íntegros, plenos y más felices.
Se focaliza en 5 ejes de competencias fundamentales:
1-La competencia fisiológica (alimentación más natural y equilibrada, cuidado del cuerpo físico, el deporte saludable…)
2-La competencia emocional (trabajando el autocuidado físico, mental, emocional y social, autoestima en equilibrio…)
3-La competencia esencial (a través del autoconocimiento, mindfulness…)
4-La competencia creativa (vivir en creatividad y belleza en el día a día, desarrollar el ámbito artístico…)
5-La competencia intelectual (muy importante a tener en cuenta, a la par que las competencias anteriores).
En nuestro trabajo, vamos a trabajar la educación consciente focalizándonos en:
LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y ESENCIAL
-Autocuidado y Autoconocimiento; Autoestima equilibrada y gestión de las dependencias emocionales (relaciones tóxicas), para salir de este patrón que hace vivir en el apego dañino.
-A través de técnicas de Mindfulness /Atención/ y Meditación vamos desarrollando el verdadero Autoconocimiento, aprendiendo a vivir más conscientes, en mayor paz, calma y serenidad. Aprendemos a conectar con nuestra Esencia; la parte más auténtica, real y maravillosa que hay en nosotros).
LA EDUCACIÓN EN VALORES
-Valores y pautas para armonizar la convivencia: en pareja, familiar, grupal y la relación con uno mism@.
Para que la convivencia en pareja, familiar y grupal sea armónica, es fundamental que la relación individual esté en equilibrio. Por lo que hay que partir del trabajo interior individual para pasar después al trabajo en pareja, al trabajo familiar, grupal… Sin un equilibrio interno resulta muy complicado que el resto de opciones de convivencia sea posible (Tienes más información en el artículo anterior de Mejora de la convivencia, dentro de este mismo apartado: «Más Calidad de Vida y Bienestar» y en el BLOG, categoría «Mejora de la convivencia»).
Para que la convivencia sea posible es fundamental el trabajo interior individual y que todas las partes pongan su granito de arena.
En este bloque incluimos, también, lo relacionado con la prevención de adicciones tecnológicas (y adicciones en general) que hemos expuesto en el apartado anterior.
Recomendación: vídeos y audios relacionados de la zona audiovisual.
Y ahora sí… también LA EDUCACIÓN CREATIVA
El tercer bloque fundamental en nuestro trabajo gira entorno a la educación creativa. Tan fundamental en la educación de niños y adolescentes, y tan menospreciada por parte del mundo adulto en general. Sin creatividad no hay VIDA, no hay sensibilidad, no hay profundidad, no hay expresividad, no hay corazón… Y, así podemos ver alrededor, cada vez más racionalidad, más frialdad, más deshumanización.
Todo, todo tiene su sentido y utilidad.
Necesario y fundamental hallar el equilibrio mente-corazón. Las materias científico-tecnológicas son importantes y muy necesarias, sin duda. Del mismo modo lo son las materias de letras y las artísticas, así como las de actividad física. Trabajar mente y razón es fundamental, trabajar arte y creatividad, también lo es. Trabajar la salud, el cuerpo, la alimentación, igualmente esencial. Es vital encontrar el equilibrio mente- cuerpo-corazón.
En el punto medio, como en todo, está la sabiduría.
Aprender a Vivir en Creatividad y Belleza hace que vivamos más armónicos y felices. En mayor motivación, plenitud, con un sentido. Nos conecta con nuestra pasión o pasiones.
Recientemente, todos hemos pasado unos años delicados. Ha habido momentos donde no hemos podido salir de casa. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin la creatividad, sin el arte, sin el cine, sin el teatro, los libros, sin la música, sin el deporte, sin la comunicación con nuestros seres queridos…?, ¿Todavía alguien se atreve a decir que todo esto no es necesario para la vida y que lo relacionado con el arte, la cultura, la práctica de deporte… no es tan necesario y son materias de segundo rango?
Se fomenta(casi en exclusividad) aquello que se considera “útil” asociado a lo que es productivo, lo que genera dinero (cuanto más, mejor). Esto nos está alejando más y más… de la verdad, de la felicidad, de la paz, del corazón… Hay que ser productivos es el “valor” casi único actual. Es el mensaje que constantemente el mundo adulto transmite a niños y adolescentes.
Claro que el dinero es necesario, más aún como está todo diseñado. Tener estabilidad económica facilita bastante la vida. Buscar una buena posición económica es importante para vivir más tranquilos. Pero, una vez más, en equilibrio. Para qué ansiar más y más y más… perdiéndonos la vida.
Más vida, más corazón, más paz interior y alrededor… para vivir de verdad.
Los aspectos que vamos a trabajar dentro del desarrollo de la competencia creativa van a ser:
-Vivir en Creatividad y Belleza. /Limpieza, orden y organización/
-Expresividad; lenguaje escrito y artístico.
A través de una metodología práctica y sencilla.
-Potenciando el entretenimiento saludable.
Poco a poco, paso a paso, vamos a ir trabajando las competencias indicadas en beneficio de uno mismo, de nuestras familias, de nuestras relaciones, y del conjunto de la sociedad.
El trabajo interior es importante para ir conociéndonos, reconectándonos y así aprender a vivir de manera más consciente, en más paz, calma y felicidad.
Los adultos tenemos una gran responsabilidad de trabajar todos estos aspectos pues la educación de niños y jóvenes está en nuestras manos, depende de nosotros.
Es un trabajo muy importante y necesario el que nos corresponde:
- Tomar las riendas de nuestra vida.
- Autoconocernos. Autocuidarnos. Querernos en equilibrio.
- Aprender a estar feliz en nuestra presencia.
- Saber estar solos y disfrutar de nuestra propia compañía.
- Momentos de introspección y momentos de compartir (necesarios por igual).
- Salir del patrón de dependencia emocional: apegos dañinos que hacen vivir las relaciones en adicción.
- Asumir las funciones que corresponden a los padres, profesores y adultos en general, para educar y enseñar.
- Ser modelo de adultos más conscientes, coherentes y en equilibrio. Educar en valores, respeto y educación.
- Salir de la sociedad de las prisas, el estrés, del más y más. Consumismo responsable.
- Fomentar la cooperación frente a la competitividad exagerada.
- Favorecer el uso adecuado y coherente de las nuevas tecnologías.
- Potenciar hábitos y actividades saludables desde la infancia.
Ampliación de información en la zona audiovisual y en los diferentes apartados de la web.